miércoles, agosto 30, 2006

O de cómo sobrevivir al tráfico de la ciudad

Este anuncio es para usted, amable chofer, caballero y damita al volante, para usted que hace gimnasia con el hígado cada que ve un letrero de máxima 40 mientras la realidad le impide subir la agujita por encima de los 10 km/hr. Estudios científicos demuestran que amores Romeo-Julieta se han perdido por el tráfico; las estadísticas no mienten cuando detectan que muchas enfermedades se derivan de horas-pompis bajo un volante; ¿no está harto de llegar siempre tarde?, ¿de que su novi@-quever le ponga cara de fuchi por impuntual?, ¿de perderse el estreno de la película que tanto esperaba?, ¿de tener que lidiar con micros, taxis, motos, mamás-de-camioneta, audis-prepotentes, polis, combis, camión-de-la-basura, panamericanos, et al? Pues entonces estará feliz de saber que por fin ha llegado a México el método lulúmaro™ de combate al tráfico, inténtelo una semana y verá cómo sus emisiones de contaminación emocional disminuyen, la gente a su alrededor lo notará y si después de ocho días no ve los resultados, con gusto le devolveremos su stress. Sólo tiene que seguir los siguientes consejos:
“Si no los educaron en sus casas, lo harán en la calle.”
Así es, no hay nada más gratificante que decirle a un imbécil la verdad. Nada como educar a sus co-conductores, ya sea al tocar el claxon catárticamente o, si tiene la oportunidad, bajar la ventanilla y decirle amablemente al vecino “disculpe que lo moleste, pero en realidad pienso que es usted un(a) reverend@ idiota y no dudo que en su casa tenga un altar al santo de la mordida porque sólo así es posible la explicación de que le hayan expedido una licencia”. Y puede seguir haciendo una apología de la burocracia y hasta de los abuelos de los expedidores de licencias lo que dure el semáforo, con esto su conciencia cívica se verá enriquecida y a usted le quedará una sensación de paz interminable.
*Atenta notita: Cabe la posibilidad también de que el/la tip@ se enfurezca (tome en cuenta que está hablando con uno de los verdaderos parientes de los gorilas) y salga corriendo del coche con el extintor o el bastón de seguridad a golpearlo, para esto es necesario contar bien el tiempo y conocer el terreno, nada como una mentadita y córrele queahítevoy. También puede suceder que durante el proceso de educación, el/la sujet@ en cuestión sufra de un flechazo de Cupido o de la Primavera y decida pedirle su nombre y teléfono, usted actúe de manera tranquila, recuerde el refrán “si así como maneja...”, así que mucho cuidado y nuestros asesores recomiendan el clásico: sonrisa con un alto grado de hipocresía y sí, claro, te paso mi número que es cero-cero-cero y hasta que se te hinche... el dedo. Verá cómo esa noche duerme mejor, los resultados son sorprendentes.

"Los niños siempre tienen la razón."
Tal vez no lo recuerde, pero de pequeño sus padres lo reprimían cada que a usted se le hacía fácil sacar la lengua a los coches vecinos; es innato en los niños hacer ese tipo de cosas. ¿Y recuerda haber sufrido de stress por el tráfico en su infancia? ¡NO! Es clarísimo, uno se convulsiona porque ya no le es permitido regresar a su época de infante y sacarle la lengua a cualquier pedazo de animal que se le pusiera enfrente. El método lulúmaro de combate al stress automovilístico lo aconseja como uno de sus más aceptados recursos al volante. Gócelo, saque la lengua con placer y mirada de ay-cómo-me-caes-mal. ¡Como cuando era un crío! De inmediato notará la diferencia: la sonrisa se pintará indeleblemente en su cara.

"El buen samaritano"
Si de pronto las tardes nubladas lo hacen sentirse melancólico frente a la hilera interminable de automóviles que tiene enfrente, o si se siente conmovido por el nche-sol-ulero que ni con lente oscuro le permite concentrarse en lo que alguna vez intentó ser la raya del carril, definitivamente ésta es su técnica. No hay nada como jugarle a la Madre Teresa y justificar al prójimo en la idiotez y la agresión “seguro tiene un problema, no ha de haber dormido bien, al pobre su mujer no le cumple”, ad infinitum. Trasladar posibles problemas al infractor le dejará una sensación de paz que ni con vallium. Inténtelo y siéntase grande al saber que no, que usted no maneja mal, en esta ciudad quienes conducen mal son los demás, uno jamás...
Y la mejor estrategia de las anti-campañas políticas fue regalar estampitas calderón-es-un-campeón y el peje-es-mi-jefe porque a uno no le quedaba claro si aquello era para convencer a los indecisos “si este cuate que le va a ---- maneja tan mal, por algo le irá a ----”, ¿cuántos votantes se habrán decidido así?
Bah, los engañé, no existe tal método, lo único que queda es descoyuntarse con las ironías de la vida: ¿camionetas de "valores"? La miss Hilde se moriría de risa con la degeneración del término y nos regresaría a todos a su clase de civismo, y eso, muchachos, sí sería una verdadera pesadilla: palabra de mujer. Tal vez algún día haga catarsis contando mis traumas en el transporte público y enojándome con las definiciones: cuán equivocado estabas, Mark Simpson, qué más hubiera dado yo porque los metrosexuales que me tocaron se hubieran parecido un milímetro a Beckham, o ya de perdida a Jaime Camil... ¡lloro!

lunes, agosto 28, 2006

Ya ni la amuelo

El sistema solar perdía un planeta y los astrólogos se infartaban “¡noooooo! ¿ahora qué astro regirá a los nacidos bajo el signo de Escorpión?”; mientras, en el país de los sinsentidos, otros encontraban explicaciones: claro, decían, AMLO solía responder a Plutón, ahora ya ni a eso. Pero a mí la catástrofe mundial me venía valiendo lo mismo que al presidente el país: dos reverendos cacahuates -que, por cierto, no puedo comer-: mi dentición se veía nuevamente reducida y yo lo único que quería era vegetar en mi cama mi cara de cabbage patch. Contrario a todos los pronósticos, el viernes me fue extraído en forma de muelas el poco juicio que me quedaba. No me asusta, de hecho me han tenido que quitar todas (pero todas, todas) las muelas; desde las de leche por flojonazas (estos síntomas de ganas de no crecer que hasta en los dientes, caray) hasta las cuatro que de plano tuvieron que sacrificar porque no cabíamos todos en este espacio, y con el fascismo que caracteriza a los ortodoncistas se me dio la opción y a ver mi reina, o te quedas con esos dientes de carretera oaxaqueña o le ponemos sonrisa de ferrocarril a tus días de adolescente y te conviertes en una mujer incompleta porque le daremos cran a tus segundos molares. Elegí. Y ahora no sólo me faltan esas cuatro muelas, sino también las del juicio que viéndolo bien quedarán como trofeo al pleistoceno bucal porque silenciosas, pero cómo dieron lata ante los esfuerzos de aquellos frenos tan horrorosos, y los brakets, y las ligas y...
Y luego en mis delirios anestésicos me acordé del día en el que me era vital despertar al Charlo en medio de la malacopez madrileña “¡ay no!, ¡¡¡ya me volví oficialmente tonta, no me acuerdo de todos los planetas!!!” y en mi fiesta de madrugada repetía en voz alta: mercuriovenustierramartesaturno... ¡auch!, mercuriovenustierrasaturnourano... Y Charlo no entendía, sólo repetía que me durmiera ya. Pero uno cuando trae la fiesta Gay Lussac es necio y aquél día no dormí tranquila hasta gritar: ¡Y PLUTÓN!
Si insisten en quitarme las monografías que tanto trabajo me costó memorizar en la primaria yo voto porque a los próximos que quiten de la historia sean a los niños héroes: Juan de la Barrera, Juan Escutia, Agustín Melgar, Vicente Márquez, Francisco Montes de Oca, Fernando... ¡ay, no! Juan de la Barrera, Juan Escutia, Agustín Melgar, Francisco Márquez, Vicente Suárez... Damn it, si tenían que quitar a un enanito de la historia por falta de gravedad ¿por qué habría de ser Plutón? De ése uno se acordaba hasta en la mayor de las fiestas...

martes, agosto 22, 2006

Mí no entender

Enfrente de la embajada de Estados Unidos pusieron un letrerotote: “Bush, sal del Líbano”. Tan tiernos.

Los bloqueadores de la ciudad son en su mayoría a) los que no pagan impuestos (pEje-Reforma-Centro); b) los que viven de los impuestos de los que sí pagan (San Lázaro, que irónicamente ni se levanta ni anda). Tan desabridos.

Unchecoche se pasa el alto y casi le da al “fueguito de sol” (el bueno de la película) en la mamacita de su defensa. Tipo grosero se detiene y me gritonea algo que no sé si no entendí o mi inconsciente prefirió omitir; hasta me hizo dudar de mi lucidez y pensar que yo había sido la infractora, pero nel: no sólo mi cara de quépetz atestiguó la barbaridad de aquel incordio, el taxista de al lado me miró con carita de ya-sé-mija-yo-vivo-estas-cosas-diario, y los dos arrancamos temerosos de que otro brutencio se nos apareciera por las calles de la vida confundiendo rojos con verdes. Tan daltónicos.

El PRD es acusado en ChiapaZ de organizar una elección de Estado (sic) mientras el PAN grita que voten por el PRI (¿sic?); los últimos terminan pensando el mantra de los de acá “voto por voto...” y los del bien-de-todos argumentan que allá sí hay que respetar las instituciones y la legalidad y el diálogo y esas cosas de “la derecha” del centro del país, o algo así. Tan versátiles.

Se cierra al paso vehicular el asfalto de una de las principales avenidas del país y los cerradores terminan diciendo que los bloqueados son contreras, que qué payasos andan en el mundo últimamente, ps si sí se puede transitar, ¿o qué, las banquetas también están acampadas? No, verdad, ps entonces qué cerrados están ustedes, caray, no hay que ser. Por allí pasa quien quiera, aunque el objetivo vehicular nos lo deban ahí pa’ la próxima, y a los que ya se quedaron sin empleo nomás les ponen carita de chale-yo-valgo-más. Tan juiciosos.

Hombrecito me habla para invitarme al cine a ver la película que he esperado tanto y a mí, en vez de darme gusto, me da por poner cara de fuchi y decirle que mejor otro día, que hoy llueve, que hoy tengo sueño, que hoy tengo mucho trabajo, que mejor ya no me llame. Tan bruta, tan necia y tan es probablequelomerezcoperonoloquiero.

Carlos Ahumada era increíble por el gobierno del DF: “miente”, decían hace dos años. Hoy es el redentor de la credibilidad nacional “¿ya ven cómo sí había compló?”. Tan desfachatados.

El Fecalín es el primero en decir que vivan las instituciones y el anteprimero en autoproclamarse presidente electo, con su girita, su equipo de transición y el estrello, mientras el IFE... ¡puf!, el IFE. Tan desacertados.

En el plantón es común ver pancartas anti-Bush. Bush dice “estamos construyendo la democracia en Irak”; el plantón dice “perdonen las molestias, estamos construyendo la democracia”. Tan originales.

Al país cada vez le da más pena su situación y las alertas rojas se encienden por doquier, pero Fox habla de su rancho, de que ahora será escritor (¡SIC!) y de las ganas que tiene de zafarse del caprichito en el que se metió hace años y al parecer no se da cuenta ni de con quién duerme, tal vez hasta le pida clases de ortografía a la maestra Elba (¡¡¡SIIIIIC!!!). Tan eméticos.

El domingo, la segunda lectura del misal comenzaba tipo: “no se porten como insensatos sino que sean prudentes porque los tiempos son malos, no sean irreflexivos y entiendan la voluntad de Dios” y Norbertito, y Onésimo... Tan espontáneos.

Y mi favorita del jueves en la PG Asamblea y su comentario “no es nada más el quítate tú porque quiero yo”, y yo soy fan del no es nada más, ¿entonces, también hay del quítate tú porque quiero yo? ¡Añeñe, lo cachamos! Tan sincerotes.


Sí, definitivo: también soy fan de mi país, de su gobierno y de su gente. Tan amenos, haciendo la parodia de Loreto de "Rubí": México, tan infrecuente como sugestivo, aunque bueno, tampoco es pa' que nos sintamos tanto porque esto es más condición humana que geográfica...

viernes, agosto 18, 2006

Que dice Paquita que me perdone tu perro...

Claro. Es como Analú cuando estaba toda ardida. Sí, que hasta le contó a Tal que blablá… Y resulta que me insertaron como ejemplo de lo-que-hacemos-las-viejas. Súper cliché, súper vendible, súper vendido y hasta yo me indigné por la 3.1416nche Analú que dejó mal al género.
Aquel día resulta que yo me ardí, ni cómo negarlo. Resulta que me quejé con mis cuates porque andaba ardida, ni cómo negarlo. Y resulta que mis cuates andan con mis amigas y me usaron de escudo para justificar el comportamiento feromonal. Yo de bruta y traicionera, ni cómo, pero también se pasan, porque primero dicen que soy como uno más y luego que no, que soy más hormonal que la que más; ‘ora sí que ni yo entendíme, ni entendiélos.
Pero es que ellos no entienden que una quiere lo que una quiere cuando quiere y de quien lo quiere, si no no lo quiere. Y claro, cuando una no obtiene lo que una quiere cuando una quiere, no quiere dar lo que una no quiere cuando una no tiene lo que una quiere. Así de fácil, la verdad es que no sé porqué les parece tan complicado (je).
Y sé que muchas me entendieron y estarán aprobando con sonrisitas mientras muchos ellos mantienen la cara de what, porque, tristemente, así es este asunto. Auch, sé que mañana tendré que comprar un GaTorade, un Alka-Seltzer y una aspirina; creo que el litro de agua no me hará justicia porque la cama no parece estar insertada en la gravedad, pero hoy dormiré tranquila por haber defendido al género como la mejor, feromonal o no, pero eso nadie lo negará…

lunes, agosto 14, 2006

Acelérele chofer...

Acelérele chofer, que nos viene persiguiendo la mamá de su mujer...
Me he vuelto una verdadera fan de sus anécdotas, en principio porque me hacen reír mucho, y después porque me cuesta trabajo creerlas entre la risa de los compas de la oficina y mis enojos. Como con su regadero de semillas por el mundo (una razón más del porqué las campañas de control natal deberían ser dirigidas a los varoncitos; si es que por lógica, una ella sólo puede tener un retoño por año, para un él hay que hacer cuentas)
Y cuando uno le pregunta los nombres de sus hijos, el relato fluye más o menos así: La mayorcita es Jessica, luego viene este altito, que se llama... mmm, se llama..., ¡ah, sí!: Pedro; luego viene el hijo que tuve con la Esther; luego este otro... el Marianito.. ¡jíjole!, ése es el peor, el más travieso, casi ni lo veo, pero es que es requete inquieto, ahí como su papá; luego está el Quique, ¡ah, no!, ése va antes del Mariano... ¿entons también ya me salté a la que tuve con Miriam?, ¡jíjole, casi se me va contarla! (y se ríe); bueno, ¿entonces cuántos llevamos, en cuál me quedé? Van seis, Acelérelechofer, llevas seis hijos contados, te faltan dos, le responde uno porque de antemano sabe que Acelérelechofer tiene 8 hijos (oficiales, a saber cuántos más habrá engendrado). ¡Uy!, ¿pus a cuál me habré saltado? A ver: la Marianita, el Pedro, el chaparrín... Y nomás no logra terminar nunca de contar a los frutos de sus entrañas. En la oficina dicen que tiene mejores historias; a mí, en lo que me la creo, ésta me da entre risa y pena ajena...

lunes, agosto 07, 2006

El mantra


Quería entender algo que de principio me parecía incomprensible. Quería estar allí y ver cómo estaban, qué querían, si había ideales, si había razones. Así como Spinoza, "no lamentar, no reír, no detestar, sino comprender". Me molestaba traer ideas a priori, así que haciendo todo lo conscientemente posible para sacarme el subconsciente tergiversado me presenté.
Y concluí en mi propio campamento mental: odio las abstracciones al estilo el pueblo™, pero no me queda de otra más que decir que sí, la gente en su generalidad es buena, sólo que no necesariamente canaliza su bondad de la manera adecuada. Y no, no me voy a postrar de moralina porque no soy éticaparamador para andar juzgando comportamientos por la vida (¡que Dios y Savater nos amparen!), pero mi epílogo al respecto sólo podría aclarar que de tanto querer luchar por el bien-común™, están terminando por enloquecer en el egoísmo.
Hay ocasiones en las que el exceso de inocencia lleva al delito por dolo; y bueno, podría hacer mi chistorete de humor negro en estos tiempos de tráfico ensordecedor y decir que es una bendición trabajar en el sur, pero no puedo negar mi costilla derecha con amiguitos trabajadores entre tiendas de campaña (ejem), como tampoco puedo negar mi costilla izquierda con los otros en el plantón. Y me preocupo más de lo que la respiración abdominal puede soportar.
Pero no sé, quise ir para saldar mi cuenta con las dudas que traía y terminé hastiada. ¿Hasta qué punto es justificable el adueñarse del espacio público con tal de que se resuelva el interés de un grupo social (marginado o no)? ¿En qué momento una idea fue más importante que el tiempo del prójimo?
Aquí el argumento va en múltiples sentidos: ¿a quién se ha de culpar? ¿a Fox y a Encinas por involucrarse de lleno en la campaña pre, ele, y post electoral?, ¿a Calderón por no aceptar el recuento de los votos (sic)?, ¿al IFE, TRIFE y sus secuaces (muajajá)?, ¿al Innombrable?, ¿a las encuestadoras?, ¿a las televisoras corruptas del Eje del mal?, ¿al Peje?, ¿a Encinas por no aplicar el Bando 13?, ¿a Bush?, ¿a Israel?, ¿al Blue Demon?, ¿al Mojojojo? Con todo respeto, pero me parece una cobardía culpar a terceros por una acción netamente voluntaria y a conciencia -para los que van convencidos-, y si eso ya se me hace que está remal, considero un delito el obligar a la gente a fregarse al prójimo. Porque eso es lo que veo que está pasando.
Quitando las "molestias" ocasionadas a mis cuates rechambiadores de Polanco por aquello de la mermelada, me voy a enfocar en el proletariado A.C., y que conste que no trato de minimizar angustias. Así que me quedo sólo con el testimonio del mesero del Chalet Suizo y me indigno ante la injusticia al estilo daño colateral de Bush o de Olmert. Para empezar ya es un hecho, se han despedido a todos los valet-parkings (vedettes, dicen por ahí) de la calle de Niza, y el compadre no podía demostrar mayor indignación porque su sueldo se ha reducido considerablemente “la mitad eran propinas, y de cinco mesas que atendía antes, ahora sólo tengo una”. Tómala.
Allí es cuando no creo que sea superficial debatir la condena de la toma de Reforma, allí es donde creo que entra la inconsciencia, no puedo pensar en mala leche porque estoy convencida de que en su mayoría no la hay, al contrario, muchos creen estar luchando por algo más sublime, pero hay gente que no vive de sueños, hay gente que para vivir necesita papear y ps como que con estas ondas les están tergiversando el panorama a muchos serecitos que buscan en el día a día salir adelante. Eso no se vale y es algo en lo que todos estos plantonistas deberían pensar; y de casos particulares miles, como el de la muchacha embarazada que ahora se le complica el movimiento y la hacen caminar por la vida y si le pasa algo a la fuente shame on you. Si la lucha es contra Ugalde y su pesadilla en la calle del Iferno, si su lucha es contra Calderón el maestro del fraude, o contra Fox el apocalíptico, no entiendo por qué se friegan a otros que ni al caso. Y no, no me convencen los argumentos “mejor que hagan el plantón a que se arme la revolución y que empiece la revuelta”. Como el estólido del metro que aclara “si les pido dinero es para no robar”. Con mis ojototes de plato.
Es coerción, violencia pura si el objetivo es que la gente que no estaba de acuerdo con el recuento, por el hecho de ser agredida en un derecho, termine accediendo a un reclamo ajeno, o que pida la entrada del ejército y se arme el pachangón. Que no exista la voluntad, la inteligencia, la capacidad de interacción suficiente para convencer con argumentos; que sea á la prehistoria como se logre el objetivo es casi como el primito incómodo que al perder en el Turista terminaba aventando el tablero para que ya nadie más jugara. Porque nadie tiene el derecho de cambiar al otro, eso sólo demuestra inseguridad en las acciones; cuando uno está seguro no necesita que el otro cambie o que se imponga un punto de vista. Qué grave y qué cercano de un régimen totalitario, sin mencionar la falta de respeto. Cada vez me asqueo más porque creo que ya es tiempo de ir con el psiquiatra pues cuando llego de noche y me quieren hacer un reproche no oigo nada no oigo nada y corro a la ventana, pero Andrés Manuel, del quinto piso el que salta se mata, y nos estás suicidando (sic). Y tú Felipe, cero en conducta por seguir jugándole al presidente cuando todavía no te dan el papel. Qué manera de limpiarse la porquería con las instituciones y con el poquitito de fraternidad que nos quedaba.
Pero en este caso da hasta risa la historia que traen adentro de las tiendas de campaña, cómo hasta se lo creen cuando ponen letreros “si estás de acuerdo con el recuento de votos toca el claxon” y se sienten soñados uf-cómo-nos-apoyan cuando pasa la gente en la histeria de a bocinazos pro-salúdame-a-tu-mami porque el tráfico está de pipirrín. Tan incongruente que termina saliendo lógico. Como tan absurdo es pedir libertad secuestrando, y esta ondita de la resistencia civil me llegó a parecer sexy (ya sé, tengo cada gusto...), con todo y que fui observadora de las elecciones y en mi casilla atestiguo que no hubo fraude, con todo hasta apoyaba el hecho de que claro, se transparentara más el asunto (not albur intended), pero con movilizaciones que no fregaran a terceros porque esta violencia ya no me parece ni tantito humana. Y sí, entiendo el descontento social, sé que hay gente a la que el sistema le ha fallado y tienen mucho resentimiento, pero porqué buscan fomentar ahora el agravio en otro sector. Hasta qué punto una idea (que parta del supuesto que sea), vale más que el derecho a la gente de ganarse la vida, hasta qué punto yo estoy siendo egoísta al no poder entender y hasta qué punto ellos lo son desde su parcelita de Reforma…