jueves, noviembre 04, 2004

Concierto para piano y orquesta

Resulta que mi prima estudia ópera en Italia. Estuvo en México unos días porque su novio es compositor residente de Bellas Artes (2004) y la Sinfónica Nacional estrenó una obra suya. Por mi parte tengo que aceptar que soy analfabeta musical y me siento bastante mal pues en ambos lados de mi familia hay tendencias musicales fuertes y estudiadas (¡y yo con estos gustos tan poco refinados! pero eso sí, muy versátiles, de la Mayonesa a Offspring, pasando por Beatles, Ana Bárbara, los Tigres, Timbiriche, Sanz, Tacubos... ¡ah! todo un gran repertorio)
Me lancé con todo y mi oído inculto al concierto y confieso que me pareció espectacular, y eso que me habían asustado con ideas negativas sobre la música clásica contemporánea. Era como escuchar un gran soundtrack sin imágenes (es lo bueno de estas cosas, o roncas, o viajas loco-loco) Primer movimiento:Tocatta. Segundo movimiento:Lento. Tercer movimiento:Presto energico y no, pese a los pronósticos y a una serie de vibraciones telcélicas de “no te duermas” o “aguanta, ya falta poco”, no, no me había dormido, al contrario, cuando terminó, aplaudí más que si hubiera sido el mismísimo Sanz cantándome al oído y sin preocuparme por mi artritis chateadora (está bien, exageré un poquitín)
Al salir de la sala, tía E –como buen ajonjolí de todos los moles-, se acercó a un tipo y con la mayor confianza del mundo le dijo que ella lo conocía. Tipo extrañado le respondió que le daba mucha pena pero que no la recordaba, que si era maestra del Conservatorio. Tía aceptó que no, pero que su sobrina Fulanita de Tal había estudiado piano allí, que tal vez era amiga suya. A Tipo le daba mucha pena, pero desconocía a mi prima Fulanita. Después de nombrar durante más de diez minutos una serie de posibles lugares y personas que podrían unir las vidas de Tipo y Tía, la conclusión fue que no encontraron un punto de conexión posible. Novia de Tipo -visiblemente fastidiada-, buscando poner fin a lo que se estaba convirtiendo en un mareador diálogo de manicomio, le dijo a Tipo que seguro Señora (Tía) lo ubicaba por el programa. Era evidente que Tipo sentía pena, pero tuvo que admitirlo: “Sí, señora, seguro me conoce de la tele”.
Efectivamente, a mí se me había hecho muy conocido también, tal vez con tres copitas de más hubiera sido tan intrépida como Tía para decirle que se me hacía familiar, pero en mi estado de sobriedad, simplemente lo dejé pasar. Eso sí, en cuanto Tipo dijo en qué programa trabajaba, lo recordé perfectamente y estuve a punto de soltar una carcajada. Tuve que reír interiormente, sintiéndome como cuando iba en la secundaria y corría el riesgo de ser descubierta por el profesor.
Resultó que Tipo, además de ser amigo de Novio de prima, fue el protagonista de un reality show del programa Otro Rollo: “La Pesera del Amor”. Así es, se trataba del buen Charly, a quien durante varios episodios intentaron conseguirle novia. El muchachón venía con una niña que en definitiva no había sacado del programa y a quien, además, el dichoso chistecito es evidente que no le causa nada de gracia. Salimos de Bellas Artes y mientras esperábamos a Novio de prima y amigos a que salieran, más de quince niños se acercaron a pedirnos su calaverita y, junto con ellos, teníamos nuestro concierto particular de cilindreros rondándonos. No sabíamos cómo escapar de aquel espectáculo interactivo hasta que “el Charly” se apareció en escena y niños y cilindreros corrieron hacia él gritando: “¡es el Charly de La Pesera, es el Charly de la Pesera!” Todavía me acuerdo, me da mucha risa y no dejo de compadecer a la pobre novia porque todo el mundo la ve y dice con desprecio: “pero tú no eres la novia, tú no eres la que ganó”. ¡Ah, qué noche tan gratificante! Primero el concierto y luego estas satisfacciones malsanas de ver a otro caer en desgracia y reiterar: “más vale solo...”
Así es esto de la vida. Club de Kitty me espera con reunión de emergencia del FUNAR. Por cierto, no me gustó nada Joey y todavía no ponen los nuevos capítulos de The O.C. ¿Será un compló de Warner o sólo querrán probar mi paciencia ante esta semana horrible y la noticia de 4 more years? Y el Vic Brother en el ojo del huracán (casi defines las elecciones hermano, fue una lástima que te mayoritearan, pero sabemos que hiciste lo que pudiste) ¡Ah, y felicidades Charlo! Ya mejor ni decimos la edad...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No es que esté pegado a la televisión (aunque de hecho en varias etapas de mi vida si lo he estado), el caso es que me enteré que la semana pasada apenas estrenaron la nueva temporada de The Orange County en EE. UU. por lo cual seguramente tomará unas semanas que aparezca subtitulada por aquí. Por cierto el programa no me gusta mucho, demasiada gente demasiado bonita y a veces realmente parece la versión paralela de "Un día sin mexicanos". Como quiera la Marissa está muy bien pero demasiado delgada y frágil ¿no?. Bueno, ya me extendí demasiado al respecto, luego comento cosas más profundas. Saludos,
Bruno

Ana Lucía dijo...

Ok Brunei, sí es un poco roto, pero realmente soy fan de la ñoñez ochentera de Seth y siempre me han gustado los dramas con un toque de humor... Mi sueño es conocer a un hombre como Sandy y Summer me cae muy bien, así que son suficientes razones como para que en una temporada se haya convertido en mi serie obsesión (que Dios me perdone!!) Y ansío con unas ganas locas la nueva temporada... Necesito empezar a tener vida...