lunes, marzo 19, 2007

Adicta

Tengo que aceptar que cuando pasó esto me ardí:
Salvador Leal™ dice:
será posible que un representante del sexo masculino hizo callar a la aguerrida lulú marina??
¡Auch! Y no, obvio no, pero es que ni cómo justifico mi ausencia porque no sé qué decir. Ni inventando que estoy en drogas o algo así, aunque bueno, seguro éste es el efecto por el que la gente paga y se vuelve adicta y se destroza. Por eso no quería escribir: con la cantidad de temas interesantes en el mundo y yo absorta en uno solo que me tiene en la verdadera lela egoísta. Porque él es el vicio más grande y yo así no puedo, soy oficialmente adicta a estar junto a él, a todo él, aunque haya robado el concepto a su inspiración.
Y ya qué, ya te enteraste y entraste y te escucho leyéndote y me pregunto si tanta babosada, tanto tonto escudo sirvió para un carajo o de plano me voy a aventar otro oso de hibernadero, de esos que son mi especialidad. No sé si creer lo que nos está pasando, que es tan estúpidamente contagioso, porque mientras más tú, más yo y así el efecto de bola de nieve que me está cubriendo del frío que tenía y me negaba a sentir. Con sonrisa de imbécil hasta en el regaño, con excursiones por nubes peyóticas de las que no me quiero bajar, de las que no me dejas caer porque aquí estás, y yo que criticaba la idea cursi de Rose-Jack tildándola de vomititis porque eso no era amor, ajá, el amor era de tiempos y construcciones y era otra cosa y lo es, es sólo que esto es como así, desde el estómago y fuerte, y que Dios me ampare y la edad me perdone, pero estoy quinceañeramente feliz.
Ya ni me acuerdo amargada de todas esas malditas primaveras que pasaron ligeras y me maldijeron sólo a mí; ya ni pienso que después de un otoño de borrachera pueda venir un invierno crudo (hasta me da risa). Me vale porque ahora estás en mi circunstancia y eso me revuelve la emoción y te creo todo como la más confiada, como a tus besos, a tus sueños y a tus manos. Ya no necesito dormir tanto porque el sueño está despierto: al lado de tu mirada, de tus palabras, de tu risa divina y de tus chistes, de tu forma de hacerme sentir innegable y aquí estamos. Porque no sé qué vaya a pasar, eso no importa ni las estaciones, ni la vida entera si hoy es así, si el destino se atrevió a darme otra oportunidad con tu actitud, con tu presencia; si hoy siento que el mundo es una apariencia y el pasado un eufemismo; si hoy me sigues demostrando en los detalles más simples que mientras más valgo yo, más importante eres tú. Si hoy te amo y lo demás es justo eso.

“J'ai fais du café noir pour voir si je ne revais pas; je ne voulais pas y croire encore une fois. L'amour est un soleil qui m'a souvent chauffé le coeur, mais quand il brûle trop fort il me fait peur. Tu arrives et tu me donnes envie de vivre, et moi qui hier encore voulais me jeter dans le vide. Je m'éveille à la douceur d'un autre corps et l'amour est un soleil qui brille à nouveau sur mes jours.” H.S.