See the stone set in your eyes. Aquí es fácil delatarse como chilango recién allegado. See the thorn twist in your side. Así, cuando la puerta de la entrada está cerrada con dos llaves a las 12 del día, uno sabe que aterrizó un nuevo chilanguito, de esos, como yo, que le tienen miedo a la libertad de las rejas condominales; vamos, que salta cuando el vecino le da los buenos días.
I wait for you. Según esto fue categoría dos, pero hizo más daño, mucho más, como tormenta tropical en El Salvador e inundando Tabasco; aquí sólo se llevó la arena que ya se había llevado su prima Wilma 4 años atrás, y mi estrés. Ida nos rebasó por la derecha y nunca supimos si las inundaciones previas habían sido su anuncio revelado o una mala resaca del frente frío que atacaba al país.
Sleight of hand and twist of fate, on a bed of nails she makes me wait. Le hizo olímpico honor a su nombre mientras yo me asusté, como cuando en Contoy, naquérrima, pregunté alarmadísima por el ruido aquel que me tenía al borde del colapso: “cigarras”, respondió el nativo medio riéndose de la pobre que sólo reconoce los sonidos de la gran ciudad (tamales-ricos-calientitos). And I wait without you.
Así desperté yo, después de tres días ininterrumpidos de lluvia, cuando el domingo a las 5 de la mañana dejó de llover y se anunciaba el meteoro. With or without you. Ya estamos en el ojo del huracán, me dictó mi conciencia amarillista que ha escuchado hasta la metáfora cómo mis genes maternos fueron condicionados por la tatarabuela de Ida, una tal Janet. Through the storm we reach the shore. Nada, ni ojos, ni huracanes; la fulana ni nos volteó a ver, y qué bueno, porque con H1N1 hemos tenido bastante para esta temporada de crisis. Drama en Tabasco, eterna y dolorosamente.
You give it all but I want more. Pero yo me lo creí toditito, las historias de terror y tres días sin luz, batallando contra el calor y las inundaciones en mi propio apocalipsis neuronal. And I'm waiting for you. Igual no se me ha de culpar pues padezco un chilanguismo inherente que me ha acostumbrado a los fenómenos naturales que no avisan. Remember ’85. With or without you.
And you give yourself away. Muy cantadito estuvo, y nos fintó con sus tonalidades, que dizque subía de categoría y luego regresaba a su estatus de tormenta y así, tanto que yo obligué al esposo -que ahora resulta más nativo que los-ojos-del-cocay- y fuimos a hacer compras con-tro-la-das de pánico. Ajá. My hands are tied, my body bruised. Al menos no tendré que preocuparme por el menú, hay quienes hacen dietas de agua y ajo, hoy aquí, gracias diosito, variaremos por agua y atún. She's got me with nothing to win and nothing left to lose.