Se conjuntaron factores psico-solares y lunáticos con las ya de por sí atormentadas causas terrestres: terrible. Esa semana lo único que me faltó fue que un perro me hiciera pipí encima, pero si nos vemos pesimistas, podría contar la babota que me cayó en el pie el día que la aquella nos visitó. Fueron dos semanas de extravagancia e incomprensión de las que apenas me estoy curando la resaca. Esta vez ni las sesiones de abdominales curaron mi ansiedad y ya ahora me da mucha risa que justo en los días con más actividades sociales que implicaban cámaras casi-casi del Hola!, yo lucía un grano tamaño bienvenida-a-la-adolescencia; la Sis, al salir del elevador entre los flashazos, repetía que ya ni Paris Hilton, mientras yo me aferraba a ella y trataba de posar con el lado izquierdo porque el derecho era un desastre que intentaba ser cubierto con maquillaje (mala idea); para colmo, pensé que iba a ser simpático ir al salón a arreglarme un poco el cabello, pero al buen hombre, como buen hombre, se le hizo fácil entender mal aquello de que sólo las puntitas y tómala, mi cabello con el que antes podía hacerme colitas de caballo, ahora quedó que ni rabitos de conejo. Luego vino esto y aquello, y me frustré, y muchas cosas me fueron ajenas, pero les pasaron a serecitos a los que quiero, y fue una tras otra y me desesperé, para qué negarlo. Tanto que hasta el llanto y ese viernes me negué a salir, la mami me miraba con cara de esta-niña-se-nos-mata, pero Almodóvar se encargó de hacerme ver que por muy mal que estés, siempre habrá alguien muuuuuuucho peor que tú y es que a esas competencias yo prefiero ya no entrar, y lo fracasada que me sentía, lo deprimida y demases mejor lo reprimí ahípalratito. Lo que sí es que la energía se me está evaporando y ahora hasta dudo que el reiki. Con eso de la nueva moda que dizque implanté: el FUNAR regresó a la soltería y a su lema de que todo es cuestión de actitud; medio Ladie’s Night, medio Klann y si le sigo me estreso y tiemblo porque mi vida no puede seguir así; doyme un tiro por la incongruencia de antes sentirme mal por ser la única de mis amiguis que no iba en pares por la vida, y ahora que la mayoría de ellas están más solteras que mimisma, mis estreses se acumulan porque mi tiempo está desacompasado y es tan difícil complacer a las niñas a sabiendas que tengo -literalmente- el tiempo encima para comenzar mi vida. En noviembre se define mi futuro, sufro de terror por lo que me pueden decir, odio la posibilidad de que esto continúe ad infinitum y sigamos recapitulando la Guerra de las Articulaciones, pero también me da miedo saber que si salgo sonriendo ya no me puedo fallar con evasivas endógenas, auch. ¡Ay diosito! Qué pruebas tan difíciles, je. Pero no, entre mis estreses no dudé de Dios, dudé de los que se hacen acreedores de Su palabra y de Sus consecuencias, de eso hasta sigo dudando porque lo que más odio no es que me hagan dudar a mí que soy redudosa por todo, me da coraje por quienes sí les tenían buena fe, yo me salgo de la misa haciendo mis muecas, pero qué explicación se llevan ellos, y es que hay cosas que duelen más que les pasen a otros que lo que le puede doler a uno, y uno quisiera acaparar el sufrimiento, pero -¡ohfoquinsht!- eso, dirían en el juego de la oca, es prueba no superada...
1 comentario:
Saludos!
Animos!
Buenas vibras!
Buenas ondas!
Positivismo!
yiiiieeeiii, esto también saldrá bien ya lo veras!
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