Día internacional del migrante

Toma whiskey con Coca-Cola como agua, es hincha del Madrid, tiene el típico cabellito rudo-rudo que dan ganas de amaestrar y como maldición usa Jean-Paul Gaultier. No es ni guapo ni feo, la descripción de simpático le amolda perfecto porque destila carisma hasta en la mirada y yo me declaro fan oficial de su actitud; bastante asimétrica, pero a mí me encantó su sonrisa y que se asustara “pero tía, el tequila sí que es fuerte”, como si el whiskey qué. También charlamos, mucho, y le entendí porque siendo tan diferentes somos igualitos. Es técnico electricista y estaba en paro cuando le conocí; detesta a los Minuteman y los excesos que se cometen contra la gente que viaja en pateras o cayucos, hacinados en trenes de doble fondo o atravesando desiertos y ríos, pero tampoco le molan los inmigrantes; y que se entienda, que no, que no es xenófobo (si lo sabré yo), simplemente el tío tiene su punto de vista directo de una política de Estado indirecta que en lo personal lo está jodiendo.

Que sí, que entiende perfecto el razonamiento, que los inmigrantes no hacen daño y que al contrario, en el largo-mediano plazo motivan la economía y con el trabajo que realizan se crean más empleos y tal. Pero su problema es de corto plazo y no de macroeconomía, su asunto es de hoy y de micro; porque él estudió una profesión técnica y como profesionista no está dispuesto a recibir un sueldo menor al que cree merecer, y claro, como los inmigrantes llegan con el legítimo derecho de buscar un mejor futuro y eso se logra con cualquier miseria, están dispuestos a recibir un sueldo ínfimo con tal de no regresar a la vida de depresión en la que se encontraban (así de mal). Los empleadores escogen pagar menos, y él se queda con la pasta del paro (qué gran sistema en el que el gobierno te subsidie en lo que medio te la pasas sobando y medio buscando trabajo, ¡¡quiero-quiero-quiero!!) entre cursos sobre electricidad wichuwi o entienda la vida qué estudie, mi energía no me dio lucidez para entender tanto.

Esas chorradas de que los inmigrantes cogen los empleos que los españoles no desean hacer no le parecen nada, dice que la premisa sería que los inmigrantes cogen los salarios que los españoles no desean percibir, no los empleos. Yo le apoyo y mi corazoncito se parte entre su razonamiento impecable y humano (y su risa divina), y las razones humanas y terribles con las que apoyo también a los inmigrantes (y mi tesina cochina-tesina) y al final me hundo en estas disertaciones porque uno no puede andar por la vida poniendo calificaciones, pero hay que decidir y es tan difícil, y los siguen matando y se siguen muriendo, y se siguen yendo y siguen entrando, y les ponen encima drogas y muros y prejuicios...

"...Ahora entiende que el mundo se divide en una mitad, que si llegas vivo te devolverán, que si llegas muerto sólo eres una noticia más..." EBS
"Un dios maldijo la vida del emigrante: seréis mal visto por la gente en todas partes, seréis odiados por racistas maleantes. Y la justicia te maltrata sin piedad." CC