¿Por qué tú me quieres tanto? Si yo soy malo cantidad. Si yo soy malo, yo soy malo. Yo soy malo cantidad. Jamás había deseado tanto que unas rosas se secaran para ya tirarlas. Desaparezcan, kaput, me urge, pero también soy medio supersticiosa y me da cosilla tirarlas ahorita. Cuando el mío padre entró con el ramo después de la histeria de la vecina, no pude disimular ni por un segundo el fastidio, enseguida la mami lo tomó, le quitó el papel y mientras yo le decía lo enojada que estaba con tipo por presionador, las colocó en un florero y sí, están muy bonitas, por lo general me gustan mucho (think pink!), pero es que después de lo que ha pasado cada vez que sé que voy a pasar por donde están, mejor volteo la cara -eso que paso como diez veces al día por allí-, hay ocasiones en las que olvido que están, sin querer las veo y ahí voy como estúpida a hacerles el feo mirando rápido hacia otro lado y me reconozco medio bruta cuando acelero el pasito; lo más fácil sería cambiarlas de lugar, si tan sólo tuviera el valor para tomar el florero y ponerlo en otro lado. Ni eso. Después de mi indignación “te dije que no nos íbamos a ver y que no me presionaras”, me sentí un poco mal de que viviendo en un reino tan lejano hubiera venido a traérmelas hasta acá con el pretexto más estúpido, sorprendente que en dos horas de camino no se le haya ocurrido algo más brillante, sin afán de menosprecio qué resbalón (tan tonto que mi reacción fue no inventes, estoy en pijama y es muy tarde, no voy a salir, tal vez si me hubiera mencionado las flores... no sé, soy mala-malísima, es todo). Ni modo, le tocaron mis cinco minutos de mal humor fomentados por su insistencia telecomunicacional de 48 horas previas. Traté de calmarme y ya mañana hablo con él, tal vez renovemos esto con pasito tun-tún porque después de una declaración así no hay quien se crea eso del inicio de una bonita amistad y mis calzones. Sí, mañana será otro día. Y lo fue. El lunes revisé mi correo y encontré un mensaje al que sólo le faltó el ántrax virtual o el virus ahora-te-arruino-la-compu, desgraciada. No, no hay ninguna agresión verbal ni nada por el estilo, no era necesario, suficiente con los apachurros de corazón que en serio pásenme las galletas María, mis venas no pasan de hoy, hoy, hoy. Si lo que quería el tipo era hacerme sentir pequeñuela, aplausos maestro, lo logró y en grande (irónicamente). No había ni un solo reclamo en el mail, sólo alguna que otra verdad que me niego a reconocer y quejas entre líneas (como yo con la artri que no puedo hacer changuitos ni finger y la gente para sentirse ofendida o apoyada tiene que leer así). Casi lloro cuando lo leí y al releerlo me di cuenta. Ya no sé si responderle, borrarlo o archivarlo en la carpeta de “léelo cuando a los cincuenta te preguntes por qué estás soltera todavía”. Por una parte sé que está equivocado en muchas de sus aseveraciones, sé que son sólo percepciones perversas que la paranoia le metió en la cabeza y él no se dio cuenta y mi ego rosa a la Robin Hood reclama justicia: que no se piense mal de la princesita por cosas que ni van con mi personalidad; por otro lado no quiero seguirle dando alas, ya me di cuenta de que con alguien más impulsivo que yo sólo tengo pasado y de que estoy en el limbo, donde sé que no hay lugar ni para Mr. Right ni para Mr. Right Now. Lo vuelvo a leer y me confundo, ¿sí estará realmente enamorado? Juro que cuando le decía que no le creía es porque lo sentía, no se me hace lógico, me conoce muy poquito y justo allí es cuando me da pavor, porque el ratón empieza a girar durísimo. No todo el mundo tiene que ser como yo, no todos están traumados por relaciones pasadas o deben creer que el amor se da con el trato (¿¡yo escribí eso!?), el problema eres tú Lulú Marina, así que machina y a dejar de temblar. Él sólo quería darme una sorpresa linda pues el día de los 10 regalitos le dije –y no mentí- que era uno de las mejores detalles que habían tenido conmigo y que me hacía mucha ilusión. Como él dijo, la sorpresa terminé dándosela yo (Oooooops I did it again...) Por eso no puedo dejar de reclamarme que también fue mi culpa por emocionarme y no advertir que nuestros ritmos iban disparejos o que pude haber hecho algo para salvarNOS y me siento la más maldita porque está en exámenes de fin de trimestre y pipipipipí lloro porque sé lo que se siente, más o menos. Luego con mis full mental jackets, ya llevo tres llamadas de sólo respiración y cuando le conté a Sis lo primero que dijo fue: “ay no, cuidado, no vaya a empezar de stocker a seguirte o a esperarte afuera de tu casa, así me pasó con uno de la escuela, siempre había papelitos en mi coche, rosas en mi casa y a veces me esperaba cuando salía de clases”, y de nuevo reviso inútilmente las llamadas extrañas que aparecen en el identificador como número desconocido no sé ni para qué si ya sé que ya hay un nombre más en la lista del club de fans “Todos odiamos a f$%kin’ Ana Lucía”. No quiero complicarme más la existencia como es costumbre, pero es que mi conciencia no me deja. Me cae mal por transitividad, por hacer que yo me caiga mal al sentirme como el tipo pegola-violola-matola al que todas castraríamos, o como la hija bastarda de la bruja de Blanca Nieves con Catalina Creel (?), así de mala me siento porque ¿y si sí? Y peor resulta porque ahora cuando contesto el teléfono o en las conversaciones del messenger, amiguitos me saludan con un “te amo” y me da por reír. Ay ya perdón Diosito, es que es muy gracioso y no me aguanto, moriré de risa e iré al infierno por burlona, es que soy re-mala...
3 comentarios:
Querida Lulú:
Calma, estas muy preocupada por todo esto. El rock no tiene la culpa! y tu no tienes la culpa de las maquinaciones del Tipo-mas-buscado-por-la-DEA y no porqué no pueda enamorarse de tí, eso es cosa fácil, sino que efectivamente una relación de amor madura, constructiva y saludable se basa en muuuchas cosas reales como el tiempo, la confianza, el conocimiento cuasi-total de la otra persona y de uno mismo etc etc etc...
No es muy saludable estar en ese grado de obsesividad núnca, pero mucho menos tan solo después de un par de salidas y contadas HORAS de convivencia. Eso habla más de SU autoestima y SU necesidad que de las tuyas, definitivamente. Que no te venga a ehcar la culpa de lo que le pasa a él.
Además el punto más importante es que andes con alguien, no por lo que el otro piensa de tí o porque parezca una buena oportunidad por en determinado momento, sino por lo que tu simplemente sientes hacia esa persona y por lo que esa persona te hace sentir. Es necesario poner en la balanza las cosas buenas (la moto y el acento) contra las cosas malas (un "poco" obsesivo y la hueva de su situación). Lo que nos asombra muchísimo y admiramos porque nos parece una gran cualidad es que sepas retirarte a tiempo de estas situaciones y que puedas mantenerte! Nosotros casi núnca hemos podido, nos damos cuenta del hoyo cuando ya estamos adentro, duh!
Pero ánimo y mucha suerte! Además como Fan Club somos más y mejores nosotros que el Club pirata ese de “Todos odiamos a f$%kin’ Ana Lucía” no te preocupes.
Con todo nuestro cariño y admiración,
Tu Fan Club Oficial.
sha sha sha sha sha sha sha sha sha sha!
Gracias por el apoyo moral Caminante, una motivación más para viajar... Me deprimo, no conozco el norte!!! Y mejor chiquitines que me traten bien, pero no tan tan bien... jajaja, mujeres! por eso a mí me gustan los hombres!!
Fan Club!! Tu apoyo incondicional a lo largo del proceso de superación ha sido básico, sin eso estaría todavía llorando, jaja. Gracias porque con cada mensajito me hacen reír... Me da gusto saber que le dan el quienvive al "Todos odiamos a f$%kin’ Ana Lucía”, no importa que se rompa el equilibrio del ying yang...
Cariño y admiración es el que yo tengo por Fan Club, sin ustedes no sería nada, jajaja.
Besos love!
Queridísima Lulú! No podríamos hacer menos por tí. En verdad. Es nuestro motivo de ser! Nuestra Misión-En-El-Mundo(TM).
Insisto, si fuera perrito estaría moviendo la cola de la emoción cada vez que te leo:
sha sha sha sha sha sha sha sha sha sha sha sha sha sha sha sha sha sha sha sha sha sha sha sha sha sha sha sha sha sha sha sha sha sha sha sha sha sha sha sha...
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