No es por presumida, pero últimamente me caigo muy bien, con todo y mis tropezones por la vida y mis recriminaciones nocturnas te-pasas-Analucía. No sé a qué se deba mi autoenamoramiento, igual y es el complejo prozaico de las gotitas que me están reduciendo el índice reumatoide el que me tiene en el mood je vois la vie en rose, no sé. Tal vez sea el mesecito de duelo que me eché por aquello de las andanzas colombianas y el que amiguitos me consintieron como los grandes: las distracciones me caían como olas en mar picado y no había un día en el que cafecines, fiestas o visitas caseronas me dejaran. El resultado es claro, envejecí los años que me había tragado y a la doble bolsita de las ojeras le agregué una amiguita más; Lulú Marina como la futbolista que nunca ha intentado ser, agarrándolas todas de aire o de rebote. Lo gracioso de mi caso es que me he convertido en una víctima cautiva de la transición y ahora tengo que elegir mi propia aventura. Sí, ayer nos quedó claro: no pertenezco a la generación Rebelde ni a la Timbiriche, entonces mi crisis de identidad debate ¿Onda Vaselina, Kabah? ¿qué generación soy? ¿qué lugar ocupo en el universo? Es que somos un target poco explotado, con ansias locas de diversión y con pocos lugares adecuados a nuestras necesidades. Y aunado a la falta de coherencia generacional, tengo el ataque de la globalización dándome puñaladas. Por eso últimamente sólo tengo decisión de menú aéreo: res o pollo. Elijan su/mi propia aventura.
3 comentarios:
Acaso no serás generación Scatman's World, Whigfield (diri-dabarán)?
Geniales las aventuras, pequeña.
Un beso
Menos mal que no dicidiste llamar al post "De res o de cerdo?"
Kiddo
Sí, sí...justo ésa es mi generación!!! Y tristemente es la generación también de la macarena, del caballo dorado y del "tecno"... En fin, lo bueno es el camuflaje generacional.
;)
jajaja, muero de risa Kiddo, estás en todo... Y no, aunque te empeñes en creerlo no es así, no me gustan de res y de cerdo, jajajaja
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