Sis XXV

Después de la serie de eventos desafortunados de hace un año, el Acavane se canceló y Sis decidió festejar sus 25 con hamburguesas e invitados de blanco (muchos sospechaban un suicidio colectivo, su razón tendrían al compararlo con el genocidio neuronal en que terminó el exceso de alcohol). mAmE y yo veníamos de un Baby Shower y tres mimosas, así que cuando llegamos ya teníamos actitud. Nos quedamos cortos cuando vimos la que traían dos de los exes del FUNAR que habían mandado a hacer playeras justo para la ocasión, tenemos que reconocerles el ingenio y los pantalones para presentarse en la fiesta con semejante retórica. Humor negro puro: “No eres tú, soy yo”; “La verdad es que sólo te quiero por tu físico y tu dinero” y nosotras no podíamos con la risa porque años atrás ésas fueron las líneas que usaron las dos Funarcitas para cortarlos. Mis respetos, la verdad.

A pesar (no, no, que no nos pesen, decíamos en el Prepa Power) de que el FUNAR se esmeró como siempre en caer en la ridiculez, el hecho de regresar al uniforme únicamente nos hizo mimetizarnos en la tontería, en las gelatinas godis, en la fiesta, y en que este amor es azul como el mar: ¡Salud! Y nadie ha logrado seguirnos el paso con el brindis de toda la canción, si por algo el FUNAR es el FUNAR. Después de tanto brindis y choque de copas, yo simplemente me rendí a la una de la mañana, y ellas la siguieron con el uniforme como ocho horas más. Se rumora que hubo un antro de por medio -y rudo, con todo y caída: cómo fui a perderme eso, je, je-, se dice que hasta el after las aburrió porque tenía muy poca actitud y por eso terminaron pidiéndoles consejos a las bailarinas exóticas sobre el baile del tubo, todos se preguntan cómo demonios terminaron en un stripclub, hasta yo.

Y ahora no sé qué me duele más: si haberme perdido la caída o los tequilas del antro, no haber ido al after del perro o al show strip, o simplemente saber que ya no aguanto como antes, que el jueves me agota y para el sábado a la una de la mañana se me cierran los ojitos y las articul(er)aciones -que han ido perdiendo la inocencia como yo- ya no creen cuando les digo "qué tanto es tantito". ¡¿Qué pasa conmigo?! ¡Soy oficialmente una abuela! Antes era yo quien retaba e incluso algunas se preguntaban cómo aguantaba y a mí nada más me daba risa porque era muy fácil mentalizarme: qué onda princesa, tienes 20 años, eres joven y apenas es sábado, órale échese otra y un,dos,tres,ánimo. Y ahora yo terminé rogándole al Rockcito -¡¡que tenía más fiesta que yo y eso que la pachanga era con mis cuates!!- que me llevara a mi casa...

Bueno, igual me la pasé memorablemente y la trayectoria nos hace temblar al intuir lo que puede esperarnos el próximo año. El reven ha sido constante, ya sea en la cafe, en la ciudad de la eterna primavera, en Aca-we o en el fin del mundo; siempre que la Sis decide "éste es mi día", las anécdotas se acumulan para el resto de la historia. Tengo miedo, nos hacemos viejas (más)...