martes, septiembre 05, 2006

O del porqué los náufragos no hablan de política

Se enojan, quesquesque la política me enajena. Tienen razón. Pensar que era yo quien ponía las reglas (¡ríete de las reglas!, Kotex dixit) en los Ladie’s Night del lunes (hace uuuuuuuuu), y aclaraba con toda mi exigencia “aquí namás puro chisme, en el momento en que se toquen temas nacio o internacionales, nuestra vida habrá quedado eximida de magia”. Pero qué les cuento si mi existencia últimamente ha tenido expresividá de náufrago mexicano en las islas Marshall, flojera.
Aunque bien podría contar la tétrica historia de aquél bruto que diario me cuenta sus afanes, que si ya fue al cine, al concierto, a la cena con su novia lindisísima, que qué he hecho yo, me escribe en su acento divino que no supero. Pues nada, aquí, le respondo chilangueando, pus qué le voy a decir si no soy capaz de bloquearlo ni de decirle que me mata de somnolencia que me presuma y me cuente por más NO DISPONIBLE que se encuentren mi Messenger y mi actitud, flojera.
O del otro aquél que cuando yo me disponía a plantearle el tratado de seamos-amiguitos-por-la-paz, en vez de escucharme sonrió tan ausente y en medio de mi choro sincerador namás me interrumpió para decir “ay, cómo me encanta esta canción, bailemos”; claro, yo dignísimamente me ahogué el monólogo y respondí diplomáticamente “pues a mí no me gusta tanto”, y así nomás me marché con la frente en alto y el alipuz entonando (a la fecha nadie recuerda la canción). Hasta yo me doy pena ajena, flojera.
Podría también inventarme un final feliz para el oso del domingo. Nada como ver a papis discutir en hora pico del restaurante para elegir mesa; siempre pasa, y a una que es bruta no se le ocurre otra cosa más que encargarse del coche mientras ellos escogen el santo aposento pa’ la comidera, y claro, cuando una entra, lo primero con lo que se topa es con la mirada fosforescente del público ante el oso de la indecisión, al final tuvieron a bien escoger la que resultó ser la peor mesa del mundo. La escena se completaba con mi destile de alcohol hasta por el inconsciente, con mis reflejos tendientes a cero y la temblorina, sin contar con los escalofríos crudencios y el dolor marca quién-me-agarró-a-golpes-ayer, así que cuando mis ojos con ojera kilométrica y dos horas de sueño lo enfocaron justo enfrente y justo al lado, no dieron crédito a lo que veían mientras yo me repetía que no era él.
Pero vaya que sí lo era, él completitito a un lustro de distancia y con su ella y sus argollas; él: apodado por el FUNAR como “UNO”, con la risa por la falta de imaginación de los padres originales que a todos los hijos de la generación les pusieron el mismo nombre (seguritito hubo una telenovela cuyo protagonista se llamaba así, casi como aquél pobre niño de nombre Brandon Dylan). Nuestro saludo de educación y párale de contar conjugando el estrés esquizofrénico: “¡pude haber sido yo!”, “nooo, qué bueno que el destino... pero qué oso que él venga con su es-po-sa y yo con mis viejos”, “¡auch, y él ya tiene pinta de padre de familia!, ¿estaré igual de acabada?, al menos yo tengo el pretexto de la fiesta...”, “¡fuuuuuts, y yo sigo en la fiesta...”
A veces creo que es por estas situaciones que uno termina escribiendo de política...

5 comentarios:

arboltsef dijo...

Y yo de la peda mi reina... crees que me divirto como enano solo porque soy BIEN POPULAR.... naaah si a las que les llaman son a mis roomies, mi vida social se reduce a una llamada de un gordo feo cada fin de mes o así.
Yo salgo para tratar de ocultar la maldita memoria de ese que también se me casó... posteo porque se que me lee que me la paso bomba sin el SI SUPIERA!!!
No sé como reaccionaría por cierto si me lo topo algun día... ME DOY UN TIRO!

Paola dijo...

uuuyyy, yo ya llevo récord de exnovios casados, como 7 y eso sólo los que sé...pero en verdad me da mucho gusto que no fui yo la (des)afortunada...

Hectorin dijo...

Por eso, porque luego descubres que te leen y porque un hombre blanco inventó el celular, el mensajito y los mails colectivos es que podemos hablar de eso pero no escribirlo ;). Y sólo puedo concluir lo que concluimos en todas las pedas... Ay pinches hombres!

GERMÁN DIEGO dijo...

notese que me senti un poco remitido al pasado con tu escrito por ahi de cuando lei las niñas bien, por otro lado es normal que nuestra gente y nuestros (as) ex se vallan embarcando en Cayucos (barquito donde los naufragos vivieron su aventura) y queden como unos flamamtes y elegantes padres y madres de familia, sin libertad ni autonomia sin volver a pensar nunca mas por si solos teniendo a veces que soportar los comentarios sin logica de sus pior es nada y si!! los vemos de rrepentes con una bola de camacos desastrozos como gnomos y todos los que disfrutamos la solteria estamos si bien un poco solos pero con una libertad de pensar y decir lo que nos venga en gana y podemos ser nosotros mismos sin apresurarnos, todo esta en saber convivir con nuestra soledad.......

Anónimo dijo...

Vaya de mi parte la exaltación a la política, diga no a la auto censura que entre Lulumarina y el editorial de El Universal no hay duda de qué se leera primero.