jueves, noviembre 30, 2006

Pero no soy diputada...

No quisepude verla. Ni me despedí. La llevé y lloró y trató de seguirme: ya me quería: yo también. Lloramos. Ni cómo hacerle, aún no existe serecito que le gane en el orden de prioridad a la mami y al primer achú mis piernas tiemblan y el mundo. Igual extraño al bichito y no hay emoticón que describa cómo me siento de bilis, de mala, de que duele en el estómago o así, muy diferente a como se siente, pero igualitito y cómo estará.
Luego hace frío y el líquido sinovial; y yo sin ir al cine, sin que me abracen, pues ni quién: el menso babonso que se acuerda de mí cuando su ella se le va de viaje y veámonos. Y me hizo ilusión de tan tonta hasta que la coherencia y por respeto a las dos no le-me hagas esto y ya no me llames y toda digna ps qué te pasa, maestro. Igual me emocioné cuando dijo cuántos ailovius y que era mi culpa y la confusión, yo tan bruta pero’ra sí que yo no llamé ni redial. Bloquiadisisisísimo... aunque cómo me gustaría ahoritita que me siento tan mal y odio que en un ratito voy a amanecer con ojos de sapo y hoy es 30 de noviembre y ya no quiero llorar y antes me traías docenas.
¿Estás en tus días?, indagó. Sólo quiero que ya sea viernes, urge y no por las posesiones, sólo por mí por ser egoísta que soy y mis posesiones y mi VicBrother y mi familia y Cuernavaca y el calor y me vale.
Lo bueno es que en el trabajo renuncié sin decir a la de tres y ahora me juntaron la chamba ya de mientras, igual me distraje hasta tardísimo y una chela; no quería pensar, no lo estoy haciendo, sólo quisiera ser diputada y aventar latas y golpes y rancheras hasta la catarsis.

miércoles, noviembre 29, 2006

Urgente

Por favor, si saben de alguien que quiera adoptar a una perrita, díganme. Ya no puedo tener a Cloch en mi casa, la mami corre el riesgo de crisis asmática y, queriendo como queremos a los bichos aquí, la ley de Murphy nos ganó: Clochy tiene que salir a la de tres.
Lo prometo, es una perrita linda, linda, súper dócil y obediente y sólo necesita cariñito; sí, está cojita y medio viejita, pero no es demandante ni sucia.
Gracias...








domingo, noviembre 26, 2006

La Cloch

La mami asevera que todos los animales que han entrado a la casa lo han hecho por mi culpa (y no, no lo dice por mis exes). Desde los pececitos de feria, los pollitos que mataba por tanto amor y abrazo infantil, mi adorado Indiana Jones que tuvo que abandonar el hogar porque Medusa, mi mejor capricho, se me enfermaba al comer el alpiste que el otro regaba. Pero fueron ellas, Medu y después su hijita Zelda, quienes me enseñaron que uno puede llegar a querer tanto a un bicho que hasta la fecha las extraño con todo y la tremenda lata que significa tener un perro.
El viernes fue un día extraño. Tuve que ir temprano en la mañana a casa de mi jefa, y salí con sonrisa de estúpida después de todo lo que había pasado en la junta, iba emocionada rumbo a la oficina cuando vi al bichito como una borlita de taller mecánico que cojeaba en camino a los carriles centrales del Viaducto. No lo pensé; mi proceder fue impulsivo, intempestivo y completamente irracional. No estaba pensando cuando orillé el coche en la lateral y bajé para hacer el oso al correr con tacones en medio de la artritis invernal, no estaba pensando cuando cargué al animalito que ya no tenía más interés en la vida que aventarse directito a las llantas de lo que fuera. No pensé más que en meterla a mi coche y ya allí, con esos ojitos viéndome desde el asiento del copiloto me pregunté qué demonios había hecho. Y qué demonios iba a hacer.
La llevé a mi casa y el papá enseguida la reconoció: la vi en tal y cual calle (un poco lejos de donde yo la había recogido), sí, es la misma. La mami la vio y casi llora: se parece muchísimo a… Y sí, ya peloncita sin los millones de pulgas es sorprendente el parecido que tiene con mi Med. Nos la quedamos, el veredicto con los veterinarios es que la perrita ya es viejita y con su edad y achaques nadie la va a adoptar, ergo, o se queda con nosotros o la inyectamos. De todas maneras mañana le toca día de estudios para ver cómo está; los primeros días estaba tan mal, al parecer estuvo más de una semana en la calle, aunque es evidente que es una perrita de casa. Yo lloré mucho el viernes -por cursi-, porque me empecé a hacer mil historias en la cabeza de lo que pudo pasar esta preciosa en estos días con tanto frío; en todo el daño físico que trae (incluyendo los golpes, las violaciones -¿se podría decir que un perro ha sido víctima de violación?-) y con el miedo que le tenía al mundo hasta ayer en la noche en que nos empezó a agarrar confianza y hoy no ha parado de mover la colita sin despegárseme un segundo, la pobre.
Y es que luego pienso en todos los bichitos maltratados y aventados por las calles. Y si por mi fuera yo los adoptaría a todos. Y es que luego pienso que esta gorda es sólo un animalito, y que así como ella sufrió desde su perspectiva cuatropatuda, hay serecitos humanos, niños sobre todo, que están allá afuera, y con este &%$” frío, y con esta &%$# vida.















* Ése sí que fue un verdadero Antes y Después. Le pusimos Cloch, a los papis les encantó el concepto de la mezcla de clocher (cojear en francés) y clochard (vagabundo en igual). Yo la verdad, aunque ambos conceptos le quedan perfecto, no estoy del todo convencida; siempre escogía nombres mitológicos para mis animalitos y la onda de los extranjerismos no se me hace tan sexy, pero había que bautizarla rápido y nomás no me dio el cerebro porque ya se dijo, yo no estaba pensando...

miércoles, noviembre 22, 2006

Estalagmita

Oquei.
Se rumora que en el infierno hay llamas y si vas te quemas.
También dicen que el cielo es el antónimo del infierno.
Y Dicen que el opuesto del hielo es el fuego.
Oquei.
Entonces, si el cielo es el antagónico del infierno y en el infierno hay llamas que son las contrarias del hielo... ¿en el cielo te congelas?
Entonces... ¿¿¿¿ya llegué al cielo????

*Ay diosito, perdóname los silogismos, pero es que con estos climitas de tu santa gloria a una hasta las neuronas se le hacen estalactitas. Fffffrío.

miércoles, noviembre 15, 2006

Los siete principios básicos de mi política exterior

  1. La autodeterminación de los amigos. Nunca, por mucha urgencia o demases necesidades premonitorias, andaré con un amig@ (mí@ de mí).
  2. No intervención. Ana Lucía es una mujer soberana que no se involucra con hombres casados y/o ennoviados, ergo, es alérgica a la infidelidad y una casi freaky de la monogamia.
  3. Solución pacífica de las controversias. Actitud.
  4. Prohibición de la amenaza o del uso de la fuerza entre las relaciones. Ehhh.
  5. Igualdad jurídica genérica. Y se friegan por los panchos SPM, y que se derogue el que las niñas no cover.
  6. Cooperación internacional para el desarrollo. Básica.
  7. Lucha por la paz y la seguridad mental. Pura higiene.

No más rollos metalúrgicos y aunque se trate del mejor hombre del mundo. Aunque estando sobrio afirme que hasta con los ojos cerrados se casa conmigo. Aunque me jure que lleva 10 años enamorado de mí y blablablá. Aunque me diga eso. No. No se puede si va en contra de los principios básicos de mi política exterior, y menos del número uno porque hasta me enojo al sentir que por mucho que insistan en que la amistad es lo primero, al decirme eso la pasan a segundotercerocuartoquinto y odio perder amigos así sin deberla ni temerla, aunque digan que yo voy antes y que no me quieren perder y que... Yo así no puedo y odio sentirme obligada a romper relaciones diplomáticas, lose-lose situation...

jueves, noviembre 09, 2006

Amancebamiento

Hay quienes amenazan con que vamos a extrañar a Fotz y sus desvaríos, yo zafo. Tampoco voy a extrañar al vocero. Como que nunca les cayó el veinte de su función y cayeron en la confusión: el Fotzi presidiendo las ansias por salirse de la presidencia, la Martita y su papel que terminó en marida del aquél, y luego éste que de plano nunca se dio cuenta de que no era vocero del presidente sino de la presidencia: de campanazo de box total. No les dio, nomás no se ubicaron en sus tiempos ni en sus formas. Eso sí, la que anda requeteubicadísima es la mami, a ella del siglo XXI sólo se le escapa la tecnología, pero las ondas postmodernas las capta re-bien.
Ese día se me hizo temprano y, desde que mis delatadoras cuatropatudas se petatearon, en mi casa ya no hay vocero y nadie avisa si alguien llegó. Apenas estaba abriendo la puerta cuando escuché la confesión telefónica que la proge santísima le hacía a su amigüita: “pero Fulanita, entiende que ahora no es como en nuestros tiempos en los que sí era importante llegar virgen al matrimonio, en los que la virginidad sí era una virtud...”. Ana Lucía tonta se paralizaba mientras se llevaba la mano a la boca en síntoma ups-qué-hago y se repetía mentalmente “no escuché eso, te juro que yo no escuché eso, por favor diosito dime que no escuché...”, pero de tan tonta no supo si salir de nuevo sin hacer ruido o quedarse a escuchar más conversación; el embotamiento neurasténico le ganó. “Ay, pero Fulanita, no lo tomes así, la unión libre no es eso... no, no creo que sea cuestión de ‘por si no funciona’... bueno, ¿y qué tiene de malo si así fuera?... no, es que así como tú les diste bases a tus retoñitos varoncitos (nota del editor: la mami no usa esas palabras), quienes tenemos hijas también queremos que sean independientes y blablablá... no, yo no lo veo mal... es que son otros tiempos y deberías estar agradecida de que tu bebé haya encontrado una niña tan capaz y emancipada... no te enojes, aquí no es cuestión de darse a respetar, ella se da a respetar con o sin papeles, ¡pues estamos hablando de tu hijo!, o qué, ¿lo criaste para que fuera un patán?”.
Background: súper amiga mía tomó mancebo: súper cuate mío, hijo de amigos de papis, y bueno, relación amistosa eterna; a la suegra de mi amiga -amiga de la mami- le dio por sentir el patatus en la conciencia al enterarse de que su retoño y su yerna (nunca aceptará decirle nuera) optaron por futurito de arrejunte. Pero yo soy fans de que estos dos hayan decidido irse a vivir juntos y tan cerquitita de mi casa, es más, soy fans de que amiguito tan divino haya entendido que el aquelarre no se acaba y que quien tiene que salirse de su casa cuando vamos nosotras es él, ¡cuánta civilización encerrada en escasos 90 metros cuadrados barely muebles!
No veo el problema tan grave de que dos personas se amen tanto que decidan irse a vivir juntos, que sí, que no es convencional como salirse de la mano del papi en vestido blanco, y eso qué, al menos amancebados o no, entre estos dos hay honestidad y comunión, no como en la política que tantos nudos hepáticos me causa y no se dan cuenta de que en vez de tender puentes los están quemando tras de sí. Me enfurece esta sociedad con la que a veces no logro empatizar ni a fuerza de corsé de agujetas, como el que me puse el sábado y me impidió ingerir la segunda chela, eso sí, ni quién dijera nada de la mini cintura fake: en mi caso la estética fue inversamente proporcional a la diversión. Gracias siglo XX por haberme traído al mundo, ahora entiendo por qué se desmayaban tanto las pobres de antaño, y qué demonios, que vivan los pantalones y mueran los bras… Mmm, eso me recuerda a TWW cuando Josh adquiere novia feminista y la cito ‘I didn’t burn my bras, Josh', pero qué diantres, que no quemen puentes y sí cosas incómodas (si vienen en forma de ropa interior, mejor), ése será mi mantra…
¿Estoy borracha o por qué mezclé tantos temas? Désolé, je m’en fou! O citando a los clásicos: "Ya ando libre, ya digo cualquier tontería. Ya no importa, total, yo ya me voy".


domingo, noviembre 05, 2006

Beach Blogger: ¿Tímido?

Ti-tí-mido

Era mitad del otoño en un rincón junto al mar y yo soñaba en la playa con el hombre ideal. (Ya los habíamos visto en la alberca, de hecho para ellos la quinta frase “si así está su lejoS, cómo estará su cercaS”) Marthita tantos galanes, mosquitos sólo pa’ mí, atletas esculturales que se llevaba la Sis (al final Costas eligió y yo no fui opción) Pero el flechazo tardó en llegar: un parisino, algo especial, ojos azules me enamorarás y lo primero que aprendió a decir en español fue michelada, simplemente porque soy una consentida. Hubo una boda esa noche y apareció en el funicular, yo me mordía los labios, ¡qué padre, qué tal! Luego en un rato brindamos, tocando la oscuridad, creo que me has hechizado y yo soy una bruta brutencia, pero Dios me ama, sin duda me sigue amando.

Y yo que creía que me iba en saldos rojos, yo que resulté la titímida y no supe reaccionar, yo que sólo me atormentaba porque las aquellas me ponían cara de ¿qué-testá-pasando,-estás-madurando-o-qué?



***Amo Acapulco, ¿alguna vez he dicho cuánto amo Acapulco?***

La conclusión del FUNAR fue que yo ya no pertenecía, que se avergonzaban de mí, aunque yo sigo sin encontrar explicación lógica a mi comportamiento, sólo puedo argumentar a mi favor que... no, no hay justificación. Lo que sí es que todavía no puedo creer la premisa de que es cierto, el hotel tenía todo, pero todo incluido, hasta a mi güero trasatlántico uy-cómo-amo-el-zapatismo con cara de gringo springbreakero-me-escapé-de-los-Marines, el pobre.



***Se había pedido, si vamos a contar esto tiene que ser rápido porque la memoria de la tarjeta ya no aguanta choros, y la otra pidió ser narradora veloz, de risa. Ya ni me acuerdo qué era tan importante que había que contar (ok, sí, era mi falta de actitud ante los hombres y blablablá, qué bueno que no les salió el regaño)***

Pobre Sis, a pesar de haber sido la musa de la sexta frase “¿en serio sí eres mexicana?, tienes cara de gringa... ¿en serio sí eres mexicana?, ¿y tus papás también son mexicanos?” nomás no se hallaba cuando estábamos con ellos, toda tierna.




Así que mientras más torpe yo, más lindo él y los detalles: la búsqueda, el atrevimiento, la mirada, el quedarse, la espera, la preocupación, el lobby, toda esta historia que sigue sin acabarse y que me dio otra oportunida-ad, otra oportunida-ad y la luna nos sorprendió en el mar, un solo beso y fue fatal, me convirtió en presidenta FUNAR.



Y después del amor de otoño y de mis tonterías psicotateméticas, fui convencida de sorprenderlo, el problema era que yo sólo sabía la línea y el día, nada más...



***Con toda la actitud entreríos que los nervios me permitían porque nunca había hecho algo tan así y claro que sí, claro que vine por ti.***



***Alcanzando una estrella y muppeteando por un sueño. ¡¡Buuu!! ***



***Se sobreentiende lo primero que hicimos al llegar...***

El lío era con la aerolínea que no facilita info de pasajeros, así que mis dotes histriónicas
(una mujer obsesionada no es responsable de sus actos, ¿cierto?) me permitieron crear la tragedia: “ay, porfis, es que me acabo de pelear horrible con mi novio y por eso no sé en qué vuelo se va, y no puedo permitir que se regrese sin pedirle perdón”. Y con el pellizco a mi Martz para que no se riera logré la empatía impensable con las aeromozas que me informaron del triste estatus del aquél: uuuuy, qué crees, salió en el vuelo de las tales horas, si hubieras llegado antes... y yo con ganas de darle un bu al tráfico eterno de la ciudad de la esperanza que es lo último que muere. Total, el messenger me sirve de consuelo ante tanta tontera de amor de verano otoñal, sólo pido que no nos emborrache mucho porque si no el invierno va a estar de un crudo (da)...

Sufro con el consuelo FUNAR que se congratula de tener el don de conseguir chicos al por mayor, pero eso deja de ser presunción cuando se sabe que con la premisa viene la conclusión de cómo perderlos en 10 segundos, y perdón, pero en eso sí que somos implacables. Qué más, igual el soundtrack del viaje es esto: yo soy fans, Sis (Sisi) es fans y Martz es fans (la primera gran frase del viaje, cada quien será fans por sus propias razones, las mías sin nada a la imaginación)

miércoles, noviembre 01, 2006

Beach Blogger: Stand-By

Nos reivindicamos, fuimos literalmente las últimas en salir de la boda. Como el FUNAR en sus mejores épocas de divas de a varo saliendo del antro con el coche esperando afuera al ser el último del valet; así fue la incursión en la categoría de la boda-de-la-hermanamenor-de-mi-amiga, pero aquí no aplica el refrán de “amiga de la hermana saltada...” no, no aplica. A pesar de que el día que nos invitaron al desayuno de grititos porque el compromiso se había hecho oficial, toda la familia de la novia nos abordó con preguntas que no pasaban ni con el jugo de arándano, ¿ustedes para cuándo?, ¿con quién van a ir a la boda? Como si no nos bastáramos solitas para la diversión...

Era normal estar destrozadas y que este video esté de flojera, ni modo...



Y Costas “The Banana Man” (hasta después supimos su nombre) nos robaba el tiempo, pobre hombre con el acoso de secundaria que le hicimos, pero él se llevó la cuarta frase del viaje “vénganse a jugar básquet porque ustedes nomás puro tome y tome”; obvio eso ardió tanto que terminamos en la alberca y en el partido niños vs. niñas perdimos con un honroso 17-15, todas peleándonos “yo lo cubro a él, yo lo cubro a él”, de pena.



***Favor de omitir mi nerviosismo tetarado cuando el tipo voltea hacia nosotras y yo, que tenía cámara en mano, me puse tan tonta que hasta dejé de enfocarlo... hay que ser***

Planeando y peleando por un hombre.


***Me negaba a poner este video por motivos de diversa índole, pero el argumento impecable de estas brutas sobre el egoísmo ramplón al subir unos feos de ellas, me obligó a dejar éste, era lo justo. Y sí, yo seguía con problemas de dislexia fonética que creo que arrastraré de por vida, así como dice Sis “creo que desde Acapulco sigo teniendo 1% de actividad neuronal”***

Los planes iban así: teníamos reservado el restaurante a las 8 para la cena, Costas “The Banana Man” estaría en la fiesta casino del bar hasta las 11 y de allí regresaríamos al cuarto para vestirnos de boda y colarnos al bailongo. Supremo.



En la cena yo traía fiesta, era la única y hablaba fascinada que si el carpaccio de pez espada o que si el tiramisú delicioso, y salud y pura tontería mientras las otras traían actitud de almohada. Obvio no les contagié el entusiasmo y la infectada de flojera fui yo porque el bar casino de después no ayudó, mucho menos la convención de acosadores así que esto ya bye y vamos a ver cómo está el bodorrio, quién me iba a decir que el destino me volvería a amar...