miércoles, marzo 30, 2005

La Telenovela - La Malinche

...Y que mi vida se torna interesante (intenzaaaaaaaa). Monday night, to the club. Tuesday night, to the club. Wednesday night, what a headache, but I still went to the club. Thursday night, to the club. Friday night didn’t wanna go, but my friend Michelle call me on the phone and so we went to the club... La vida continúa, la primavera está aquí y la Dancing Queen artrítica vuelve a la fiesta que ni quien la pare, ahora con moda de salidita en el norte à la Miss Simpatía por aquello de los tropiezos matapasiones. Ese día salimos amiguita reincidente con ex arrepentido-de-sus-pecados-yo-no-me-lo-creo-pero-allá-tú, amiguita kof y amigos buena-vida-nos-quemamos-en-CostaRica. Nos instalamos en la mesa y en seguida amiguitas me obviaron como en narración de partido de fútbol: “Y Analú empieza a rastrear el lugar, no ve nada por la izquierda, gira un poco sin encontrar algo que le llame la atención y de pronto el escaneo fructifica, acercamiento visual y vuelve a tener control de la situación, gooooood girl”. ¿Cuál de los dos, el alto o el de cabello negro? No, ps el de cabellito negro. Oye está muy, muy guapo. Sí, y lo mejor es que hizo contacto de ojos contigo. Pasaron horas y horas y a tipo sólo le daba por pasar enfrente de la mesa sin mostrar mayor interés.
En seguida surgió el plan B de Ana Lucía, me acabo este tequilita y voy a su mesa, no sería ni la primera ni la última vez que me batearan, ese complejo de niña me-quedo-sentadita-esperando-a-que-hombrecito-dé-el-primer-paso lo perdí en el siglo XX. Pero la intriga casquivana de la mesa me hizo desistir. A ver, no es normal. Seguro tiene novia y por eso sólo hace contacto de ojos. No, ¿no se han dado cuenta? Es gay. No hay de otra, se levanta con su amigo y van juntos al baño. ¿Cómo saben que van al baño y no a dar el rol? Intuición, aparte no los he visto ligar con otras niñas y la verdad es que es raro que dos chavos guapos estén todo el tiempo solos en un antro. Ps sí, tienen razón. ¡¡Entonces no sólo es gay, sino que son pareja!! Sí, sí, somos niñas: nos caracterizamos por transformar los hechos y hacernos marañas en el cerebro, pero es que las conjeturas sonaban tan convincentes...
En vista de la reducción en la probabilidad de éxito, desistí de mi empeño sostenedor de miradas y me levanté a bailar con amiguitos pensando que ése sería el último día de salida del adorado pantaloncito rosa (think pink!), por atraer la mala suerte con los hombres entre indiferencias y declaraciones de amor poco afortunadas. En esas estaba cuando el grupo cantador se aventó un mega popurrí de diez minutos Juanes-Bacilos para que la princesita, por más que ha intentado desaforarlo, sintiera nostalgia por Plan Colombia tengo la camisa negra porque negra tengo el alma. Es que ni yo me entiendo, de pronto me dio por extrañarlo mucho hasta que me llegó la revancha cancionera: ardidas y tequileras, si-no-lloro-nomás-me-acuerdo. Allí estaba yo queriendo hallar el olvido al estilo Jalisco y “dame otro tequila, para olvidarme de ¿TU amor?”, cuando amiguita reincidente pidió que me acercara. Al llegar me remonté a la guía del mal ligue de secundaria. Oye es que te quieren conocer y ya tenía al lado al chiquitín simpaticón haciéndome reír, gracias, pero no gracias, no soy fan de los encuentros cercanos con cualquier tipo (tu-ru-ru/ru-rú). Menos con muchachín queretano, amigo de hombrecito al que quise mucho hace mucho y con quien estuve a punto de andar antes de enterarme de que tenía novia, it’s a small world after all, mucho gusto y como dijo mi abuela aquí el que no corre vuela, un segundo y de vuelta a sillita simbiótica de aquí soy.
El reloj implacable iba vaciando el lugar, pero amiguitos aún tenían fiesta para rato y mientras nuestro grupo se dividía la cuenta entre los buenas-noches-ya-nos-vamos y los otra-chela-por-favor, se acercó a la mesa el supuesto gay con un toquecito en mi espalda y la mirada incrédula de amiguitos ‘che-vieja-lo-lograste. “No podía irme del lugar o dejar que te fueras sin saber tu nombre” (Ay no ma%$&, pero aún así, hola). Y el cerebro medio tequilero de Lulú Marina sólo alcanzó a mandar la orden vocal ¿d-d-d-de dónde eres? De sólo recordarlo me da risa; en serio que estas cosas ni como pa’ la novela de las cinco de TvAzteca. Tipo guapísimo de cabellito negro es brasileño, habla con acento argentino pues sus papás son de allá y lleva siete años -de sus muy bien llevados 29-, viviendo en México. Trabaja en conocida empresa de celulares en el área de publicidad, su hobby son los caballos, cambiando mi idea de que en la fábrica hacían a los jinetes en talla mini y, para mejorar el panorama, ahora suponemos que no es gay. Como 10 propósitos de año nuevo reunidos en un solo hombre, simplemente irreal. Con todo esto, parecería que Ana Lucía se volvió sin querer la reencarnación de la Malinche, pero creo que si por receta médica tengo prohibido comprometerme a un trabajo en los próximos dos años, de algún modo tenía que ejercer las relaciones internacionales ¿no? Aunque he de aceptar que sí me angustia cuando empiezo a maquinar histerias e historias de “complós”. ¿Tendré cara de consulado, de INAMI o qué estará pasando?
Al día siguiente me desperté flotando sobre aterciopeladas nubecitas de algodón, feliz por haber conocido a Brasil-la-la-la-la-la-la-la-lá y con la duda que queda siempre de me hablará, le hablo yo o lo dejamos al olvido. En esas estaba cuando oí el teléfono mientras me bañaba, salí sonriente al pensar que con mis pensamientos lo había invocado –lo traes muerto, gritábale envidiosa Lulú Marina a Ana Lucía-, cuando ¡oh, ironía! La vida te da sorpresas-sorpresas te da la vida, la verdadera invocación la había hecho sin querer la noche anterior, si es que el mundo se mueve muy rápido, tanto que ni cuenta nos damos qué tanto...

lunes, marzo 28, 2005

Cúcara mácara...

Nunca te habías sentido así. Lo más cercano -y dista mucho- es como cuando eras chiquita y con tus primos y tu hermano se ponían cuestionamientos de qué sería peor: quedarse ciego o sordo, o perder las piernas o las manos, o esas estupideces que se les ocurrían. ¿Te acuerdas de cómo en el momento en el que ya no sabías qué escoger porque medio te angustiabas, preferías cambiar de juego? Es que siempre has sido miedosa, no sabes de dónde le salió a la gente la idea que últimamente repiten a cada rato, que eres fuerte, y no, oír eso te hace sentir aún más débil de lo que realmente crees que eres.
Por eso lloraste hoy. Estabas en el estacionamiento completamente sola, eran casi las once de la noche y veías sin mirar los coches que pasaban por el Distribuidor; cerraste los ojos y trataste de escuchar tu respiración como te enseñan en las terapias, no lograste relajarte porque sentiste el frío a través de la lágrima traidora que no pudiste reprimir, y eso que ya te estabas acostumbrando a llorar para adentro, de llorar egoísta sólo para ti, como un grito de independencia de los que te quedan poquitos, para que los demás no se den cuenta porque estás hasta la m$%&e de causar lástima aunque te digan que no es cierto; sola por fin dejaste de compadecerte.
Abriste los ojos y recordaste tus juegos de infancia. ¿Qué pasaría si no pudieras ver? Seguro recordarías esto: un cachito nocturno de esta ciudad que es veinte millones de veces más loca que tú, con sus luces hermosas que le están ganando la competencia al cielo porque poblaron el suelo de estrellas artificiales, también hay algunas rebeldes solitarias que siguen luchando por brillar allá arriba y no quieres dejar de ver porque es magia; si no pudieras hacerlo quedaría la memoria y tendrías que archivarlas como documento sólo de lectura junto con las caritas de tu gente, de la luna y el mar, del paisaje de la carretera y del panda del cuarto, con eso sería suficiente para seguir viviendo feliz. Es que de pronto quieres absorber todos los sonidos y las imágenes, no quieres olvidar porque el riesgo está siguiéndote, te persigue, es una sombra incómoda de la que quisieras deshacerte y correr muy lejos, como si en otro lado no fueras a vivir con este miedo que te paraliza más que la propia enfermedad.
Te dieron opciones y tuviste que escoger. Hay quienes dicen que no debieron haberlo hecho, pero tú lo agradeces porque prefieres saber qué está pasando contigo y qué puede pasar para enfrentarte a tus propias decisiones, se trata de TU vida que apenas está comenzando. No quisiste quedarte postrada a los veinticuatro y esa fue la decisión, crees que es la mejor, pero tienes muchas dudas que nadie te va a resolver, ni llorando se aclara el panorama como antes, también por eso ya casi no lloras para afuera. Ahora sabes y al principio estabas muy asustada y deprimida; ya no hay depresión, sólo hay días como estos en los que te da por desesperarte ante tu nueva condición; ya entendiste que los juegos de niños no se extienden porque dentro de ti hay una bomba de tiempo que puede llegar a explotar, por eso se llaman enfermedades degenerativas. Tampoco te extrañan las estadísticas con casos atípicos, perteneces, sin mucho orgullo, a menos del 1% de la población mundial y qué. De todos modos si no tomas las medicinas no puedes caminar y si las tomas mejor presente que futuro, ya mañana será otro día; igual y en veinte años la medicina blablablá.
Siempre has pensado que se debe esperar lo mejor teniendo presente lo peor, ¿no? En esta ocasión no tiene por qué ser diferente. Sabes que el miedo y el riesgo no se van a ir, están aquí para recordarte que estás VIVA y que ahora no se trata de escoger al menos malo, o de cambiar de juego porque la situación se complicó. No te están dando a escoger entre quedarte ciega o sorda, la probabilidad de que ambas sucedan no es nada baja, si acaso lo será en el corto plazo; la sientes, ahí está la amenaza pisándote los pies y recordándotela con cada pastilla que tomas, con cada paso que se te dificulta, con cada terapia, con cada cosa que solías hacer y que hoy es imposible. Tal vez sea por la edad, pero ahora no puedes cambiar de juego si te empieza a dar miedo visualizar la idea y tampoco tienes la calidad moral para reclamar ¿por qué a mí? Tienes que soñar y despertar con esta realidad porque no hay de otra, porque así es la vida y con todos sus defectos te gusta, por eso estás aquí pensando si lo que decidiste fue lo mejor mientras el viento te dibuja la sonrisa de nuevo, al menos él se siente mejor sin moverse, con los ojos cerrados y en silencio...

domingo, marzo 27, 2005

Heaven, I'm in heaven

Sabiamente dice José Arcadio Buendía que uno no es de ninguna parte mientras no tenga un muerto bajo la tierra. Si a esas nos vamos, sin duda yo soy del defe y de Celaya, así es, Cajetilandia, la Perla del Bajío, Celayork, el Patrimonio Cultural de la Humanidad de las Cucarachas, las Bicicletas y últimamente de ese híbrido absolutamente interesante llamado Paisano. La mitad de la familia de mi papá emigró a la tierra que la primera dama, Martita, -con todo y su zipizapeo- no logró conquistar; a mis tíos se les puede considerar literalmente desplazados políticos porque tuvieron que salir huyendo de la “capital” hace treinta años, pero bueno, era otra época y yo en cierta forma lo agradezco porque siendo toda una uptown girl, desde siempre me ha gustado ir a despejarme del tráfico y el smog de la ciudad. Cuando era chiquita porque estábamos prácticamente en el campo y todos los primos en conjunto éramos la pior –que siempre es peor que peor- pesadilla de nuestros padres. Ahora me gusta simplemente por mi familia y porque las travesuras se han convertido en grandes p&%as, si algo les encanta a mis primos, queda muy claro que es el alcohol y la fiesta bohemia.
La familia ha ido cambiando y hace seis años nació mi sobrina hermosa que es un caso extraordinario de alegría total. Ya se creó un ritual entre nosotras en el que de plano la escuincla muerta de risa tacha a su tía de idiota. ¿Quién es mi sobrina consentida y más bonita? Pues yo tía porque soy la única que tienes. A su corta edad no se le va una, pero cómo demonios no la voy a querer si el miércoles pasado mientras nos lavábamos los dientes, ella acercaba su banquito para estar más alta y me daba una clase de anatomía. ¿Sabías que las mujeres dejan de crecer a los 18? ¿Ah, sí? ¿Y quién te dijo eso, preciosa? Lo leí en una revista y si sí es cierto, te tienes que apurar porque te queda poquito tiempo para crecer, si no yo voy a terminar siendo más alta que tú. Pues cuántos años crees que tengo, niña. Mmmm, no sé, ¿quince? Heaven, I’m in heaven/Yo no sé, por qué mi cuerpo cambia día con díiiia y siento que yo ya no soy la misma, ¿qué será, qué será-ajaaaa? Ahora, despierta la mujer que ni dormía... No, bueno, quién no la va a amar con semejantes cumplidos, dicen que los niños y los borrachos...
Y hablando de borrachos... Muero de risa cada vez que leo este tipo de cosas y más en esta ocasión. Es que quién nos iba a decir hace siete años que la vida iba a dar tantas vueltas y podría llegar a caerme tan bien mi mojojojo del momento, me dio mucho gusto verlos a todos, en especial cuando se pusieron las máscaras Salvador Leal™ felices 26. Este párrafo también tiene Copy Right y lo transcribo tal cual, en serio me ponen de buenas: “Al festejo también llegó la super estrella del momento Lulú Marina que hizo acto de presencia durante algunos minutos hasta que sus guardaespaldas le insistieron que en aquel lugar no podían garantizar su seguridad por lo que fue retirada de inmediato dejando a los asistentes con ganas de convivir un poco mas con su ídolo juvenil del momento, todo parece indicar que la generación Rebelde ha hecho serias amenazas contra ella.” Simplemente maravilloso.

domingo, marzo 20, 2005

¡El Buki para presidente!

Las “vacaciones” comenzaron con un viernes imparable de desayuno, doctor, FUNAR y cumple condecci con máscaras de festejado y reencuentros de casi una década que no los veo, qué miedo. El día siguiente comenzó tarde para convertirse en uno de los más extraños de la existencia de los tres participantes. Despertador de mensajitos qué mensa eres, por qué no viniste a Valle y carita de tienen razón, es que me chiveo, pero ya qué hago, igual me quedé sin Maruata, Paraíso, Michigan y Puerto por receta médica y no estoy llorando. Pasaba del mediodía cuando me levanté para recibir la llamada. Hola, hablé con amiga casada y voy a su casa al rato, ¿vienes, no? Va, allá nos vemos, pero cuéntame y comenzamos a chismear de la noche anterior, estábamos arreglando el mundo cuando amiga con voz de fastidio lo mencionó. Qué flojera, me regalaron boletos para el concierto de Marco Antonio Solís y aún no ha salido otro plan... Antes de que terminara su frase, yo traté de disimular el ¿¿¿¿¡¡¡¡BOLETOS PARA EL BUKI!!!!???? con un fingidísimo indiferente: ah, ppppara el Bbbbukkk-ki... Enseguida lo recordó. ¡Ah, claro! es que a ti te encantan esas cosas, ¿verdad? Pensaba decirle a –ex con el que está saliendo porque sigue en el trance más vale malo que qué flojera explorar nuevos horizontes-, pero mejor vamos nosotras, ¿no? No me lo hubiera dicho dos veces, a la pobre le tocó mini concierto telefónico “mejor déjame tranquilo antes que se rompa el hilo que quedó, sosteniendo lo poco que se salvó, de nuestro amor” y mi sonrisa todo el día de faltan 7 horas, ahora sólo 6 y así.
Fue un día pesadilla para quienes se toparon conmigo, hasta la pobre regadera sufrió con mis cánticos preparatorios “vives, remendando según tú todas mis fallas”. O en la comida el qué vas a hacer hoy que preguntó tío para quedarse con cara de qué-le-pasa-a-esta-niña con un “para que esto se termine en santa paz, o me voy o te vas”. Amiguita pasó por mí y rumbo al recinto niño llamó. Después de bautizo y comida ya estoy enfiestado, ¿qué plan tienes? Quedaba un boleto extra con nosotras que ocupó niñito enfiestado y otro un poco más lejos que amiga economista revendió a precio de ganga.
Ahí estábamos los tres amigos de la soltería con lugares en la fila X, a nada del fin del mundo del Auditorio tapizado de enrejado. "Nos falta sangre en las venas para aguantar lo que sentimos” y la única emocionada rayando en la histeria de jalón de cabello y afonía era yo, “llorando estoy el peor de mis fracasos no, no quiero ver sin ti el amanecer”. Amiguita no lo podía creer: es verdad, sí te las sabes. Claro que me las sé, si cuando digo que soy aficionada de Ritmoson y Bandamax es cierto, qué quieres que te diga, aparte las que más me gustan son estas de dolor-ya-no-me-duelas-tanto “sigue sin mí, pues mi mundo no es tan hermoso y tú ya lo ves... sigue sin mí, desde aquí pediré que en tu vida te vaya mejor, ya conmigo sufriste ya sólo mereces amor”. Terminé contagiando a amiguita y las dos a llanto pelado pasamos de la pe%a ajena que le robamos al niñito a la pena ajena que le infundimos.
Como fui a enamorarme de ti...” y Ana Lucía -con esta necesidad imperiosa de ilusión en su vida- fascinada con gordito de al lado que cantábale casi al oído, mezclando sentimiento y conocimiento mientras amiguita iba al baño y niñito se sentaba a mi lado. “No existe fórmula para olvidarte, eres mi música y mi mejor canción”, el contagio era epidemia también con niño remi que sólo necesitaba un abrazo para compartir lágrimas y yo como la peor amiga: ahí viene amiguita, ya llégale. Y mi risa posterior de en serio no lo hice en mala onda chiquitín, de nuevo perdón, je, je. "Quiero llorar y me destroza que pienses así y más que ahora me quede sin ti, me duele lo que tú vas a sufrir” y las que se estaban dando baño de pueblo terminaron posicionadas entre el público como las nacas locas que se pusieron de pie a gritar entre lagrimones. “Te quiero, te quiero, se oye en mi pecho es el grande amor que me has hecho” con el giro bailador del concierto, las coristas que mantenían despierto al niño y las bailarinas estilo Condorito que las niñas odiamos porque nadie en la vida real se mueve así; hasta el clímax del micro-orgasmo con el cierre espectacular “No hay nada más difícil que vivir CON ÉL, sufriendo en la espera de verLO EMP&%AR” y no hay que dejar que el Buki muera nunca aunque le haya faltado “Amor en Silencio”.
Salimos muy contentitos por cena y fiesta polanski al Bill’s. Chupe, comida y juego las reglas cambian. ¡Vamos a chuuuupar! Manos en la mesa y tiene la palabra el primero que empine su copa. No, no, sin cachondearle al popote, sólo traguito sexy, eso, muy bien. Entrevistamos a 100 mexicanos y estas fueron las respuestas. Mencione las características de Tarzán. ¡La tanguita de leopardo! Qué tal con tus fantasías, qué manera de nombrar un taparrabo, en definitiva necesitamos un hombre, estamos muy mal, eh. Luego yo al borde del suicidio porque niño robó puntos cuando olvidé a Alejandro Sanz como cantante español y me desquité robando puntos porque le bajé el ligue de miradas a amiguita, pues avisa mensa, este hunting plan que manejamos no nos lleva a nada bueno y niñito como el perfecto amigo gay heterosexual mientras-tenga-chupe-y-comida-liguen–si-quieren. Al final lo único que pescamos fue “les invito otra ronda” del capi de meseros y darnos cuenta de que si salimos en el sur somos las mamás de las niñas rebeldes y en el norte las mismísimas rebeldes, nomás no me hallo en mi ciudad con todo y sus millones de habitantes, al menos nos saltamos el ejercicio del día por los abdominales de tanta risa. Habrá que pensar mejor lo que dijo alguien del público, yo ya no lo considero tan mala idea... ¿el Buki para presidente?

jueves, marzo 17, 2005

Bizarre Love ¿Triangle?

Hace un año Plan Colombia estaba enamorado de ex-novia, amaba también su vida llena de planes de boda y M B A en Wharton. Ex-novia también estaba enamorada de él hasta que se enamoró de otro y hoy vive –suponemos feliz- en Bogotá. Plan Colombia terminó estudiando aquí porque su hermana está enamorada de esposo, él a su vez de ella y de México y lo convencieron de venir. Ahora afirma estar enamorado de Lulú Marina. Hace un año Lulú Marina estaba enamorada de ex-novio. Ex-novio también de ella, pero ahora está enamorado de novia actual. Lulú Marina escucha Lento de la Venegas, recarga los codos en el escritorio, hace una cunita para detener su barbilla con las manos y suspira mientras se asoma a ver las estrellas “¡Qué bonito! Todos se aman... ¿algún día yo volveré a amar?” Inmediatamente Ana Lucía la despierta con un zape y le cambia a Come Out and Play de Offspring gritando a la YVAN-EHT-NIOJ como en los Simpson: “¡El amor no existe, el amor no existe!”(etsixe-on-roma-le). A mí, a mí nada más me dan mucha risa y es jueves, Clan espera...

miércoles, marzo 16, 2005

Cruela de Vil (Any given fishing day 3)

¿Por qué tú me quieres tanto? Si yo soy malo cantidad. Si yo soy malo, yo soy malo. Yo soy malo cantidad. Jamás había deseado tanto que unas rosas se secaran para ya tirarlas. Desaparezcan, kaput, me urge, pero también soy medio supersticiosa y me da cosilla tirarlas ahorita. Cuando el mío padre entró con el ramo después de la histeria de la vecina, no pude disimular ni por un segundo el fastidio, enseguida la mami lo tomó, le quitó el papel y mientras yo le decía lo enojada que estaba con tipo por presionador, las colocó en un florero y sí, están muy bonitas, por lo general me gustan mucho (think pink!), pero es que después de lo que ha pasado cada vez que sé que voy a pasar por donde están, mejor volteo la cara -eso que paso como diez veces al día por allí-, hay ocasiones en las que olvido que están, sin querer las veo y ahí voy como estúpida a hacerles el feo mirando rápido hacia otro lado y me reconozco medio bruta cuando acelero el pasito; lo más fácil sería cambiarlas de lugar, si tan sólo tuviera el valor para tomar el florero y ponerlo en otro lado. Ni eso.
Después de mi indignación “te dije que no nos íbamos a ver y que no me presionaras”, me sentí un poco mal de que viviendo en un reino tan lejano hubiera venido a traérmelas hasta acá con el pretexto más estúpido, sorprendente que en dos horas de camino no se le haya ocurrido algo más brillante, sin afán de menosprecio qué resbalón (tan tonto que mi reacción fue no inventes, estoy en pijama y es muy tarde, no voy a salir, tal vez si me hubiera mencionado las flores... no sé, soy mala-malísima, es todo). Ni modo, le tocaron mis cinco minutos de mal humor fomentados por su insistencia telecomunicacional de 48 horas previas. Traté de calmarme y ya mañana hablo con él, tal vez renovemos esto con pasito tun-tún porque después de una declaración así no hay quien se crea eso del inicio de una bonita amistad y mis calzones. Sí, mañana será otro día.
Y lo fue. El lunes revisé mi correo y encontré un mensaje al que sólo le faltó el ántrax virtual o el virus ahora-te-arruino-la-compu, desgraciada. No, no hay ninguna agresión verbal ni nada por el estilo, no era necesario, suficiente con los apachurros de corazón que en serio pásenme las galletas María, mis venas no pasan de hoy, hoy, hoy. Si lo que quería el tipo era hacerme sentir pequeñuela, aplausos maestro, lo logró y en grande (irónicamente). No había ni un solo reclamo en el mail, sólo alguna que otra verdad que me niego a reconocer y quejas entre líneas (como yo con la artri que no puedo hacer changuitos ni finger y la gente para sentirse ofendida o apoyada tiene que leer así).
Casi lloro cuando lo leí y al releerlo me di cuenta. Ya no sé si responderle, borrarlo o archivarlo en la carpeta de “léelo cuando a los cincuenta te preguntes por qué estás soltera todavía”. Por una parte sé que está equivocado en muchas de sus aseveraciones, sé que son sólo percepciones perversas que la paranoia le metió en la cabeza y él no se dio cuenta y mi ego rosa a la Robin Hood reclama justicia: que no se piense mal de la princesita por cosas que ni van con mi personalidad; por otro lado no quiero seguirle dando alas, ya me di cuenta de que con alguien más impulsivo que yo sólo tengo pasado y de que estoy en el limbo, donde sé que no hay lugar ni para Mr. Right ni para Mr. Right Now.
Lo vuelvo a leer y me confundo, ¿sí estará realmente enamorado? Juro que cuando le decía que no le creía es porque lo sentía, no se me hace lógico, me conoce muy poquito y justo allí es cuando me da pavor, porque el ratón empieza a girar durísimo. No todo el mundo tiene que ser como yo, no todos están traumados por relaciones pasadas o deben creer que el amor se da con el trato (¿¡yo escribí eso!?), el problema eres tú Lulú Marina, así que machina y a dejar de temblar. Él sólo quería darme una sorpresa linda pues el día de los 10 regalitos le dije –y no mentí- que era uno de las mejores detalles que habían tenido conmigo y que me hacía mucha ilusión. Como él dijo, la sorpresa terminé dándosela yo (Oooooops I did it again...) Por eso no puedo dejar de reclamarme que también fue mi culpa por emocionarme y no advertir que nuestros ritmos iban disparejos o que pude haber hecho algo para salvarNOS y me siento la más maldita porque está en exámenes de fin de trimestre y pipipipipí lloro porque sé lo que se siente, más o menos.
Luego con mis full mental jackets, ya llevo tres llamadas de sólo respiración y cuando le conté a Sis lo primero que dijo fue: “ay no, cuidado, no vaya a empezar de stocker a seguirte o a esperarte afuera de tu casa, así me pasó con uno de la escuela, siempre había papelitos en mi coche, rosas en mi casa y a veces me esperaba cuando salía de clases”, y de nuevo reviso inútilmente las llamadas extrañas que aparecen en el identificador como número desconocido no sé ni para qué si ya sé que ya hay un nombre más en la lista del club de fans “Todos odiamos a f$%kin’ Ana Lucía”. No quiero complicarme más la existencia como es costumbre, pero es que mi conciencia no me deja. Me cae mal por transitividad, por hacer que yo me caiga mal al sentirme como el tipo pegola-violola-matola al que todas castraríamos, o como la hija bastarda de la bruja de Blanca Nieves con Catalina Creel (?), así de mala me siento porque ¿y si sí? Y peor resulta porque ahora cuando contesto el teléfono o en las conversaciones del messenger, amiguitos me saludan con un “te amo” y me da por reír. Ay ya perdón Diosito, es que es muy gracioso y no me aguanto, moriré de risa e iré al infierno por burlona, es que soy re-mala...




¿Una inteligente Niña Fresa™?

Puedo morir tranquila. He cumplido mi misión Cosmo en la vida: he salido con un rockstar, con un rebelde sin causa, con un ejecutivo, con un intelectualoide, con algunos extranjeros y recientemente con un corredor de motos (palomita en todos los rubros requeridos). He tratado de ser buena hija, hermana y blablablá, pero lo mejor es que el Amo del Blog (my Blog Master), mi ídolo de la economía, introductor en el arte de los blogs y en alguna ocasión dr. corazón, me hizo el día de hoy al mencionarme en su post como Mimismo lo había hecho: como el nuevo ídolo juvenil que México estaba esperando (¡¡yei!!). No puedo más que reír y decirles que mi ego rosa se ha visto felizmente enrojecido. Poco original, pero sincero: Gracias totales, vaya que me hicieron reír...

martes, marzo 15, 2005

Carnaval venezolano

Jamás me había sentido tan rockstar. Ayer un cuate me hizo el día –bueno, lo que quedaba de él- al informarme que su hermano había escrito algo de Lulú Marina en su blog. Nubecitas, nubecitas. Gracias se queda chiquito y va también para todos los que están más locos que yo por aguantar estos desbordamientos de estupidez. Lo del látigo mágico (psh-pow, psh-pow) y el avión invisible no suenan nada mal, debería pensarlo más a profundidad porque tal vez lo mío, lo mío sea el sadismo, ya me estaba gustando eso de que me hablaran de usted al oído, caray.
Y para todos los fervientes creyentes de la Teoría de la Conspiración (OJO: no es lo mismo que la del "compló") les dejo un regalito que me llegó desde el controversial Ohio y está de ñaca ñaca. Lo único que tienen que hacer es dar click aquí y esperar un poquitín.

lunes, marzo 14, 2005

Buscando la luna (Any given fishing day 2)

Mi cerebro llevaba rato gritando: aguas. Me negaba a escucharlo pues sumando esas advertencias al miedo –y flojera- de estar con alguien, la idea del convento se me venía como pesadilla. Por eso supuse que ya estaba lista pa’ la siguiente, sí cómo no. Lo que sí es que yo también creí esas cosas del reacomodo de los astros y de estar en el lugar y en el momento adecuado, pero era contagio de mi colección divina de amigas cursis que dominan la doctrina Hollywood-Televisa y se creen eso de las almas gemelas y del amor a primera vista que yo rechazaba rotundamente, sin margen de error, no pasa en la vida real, ene o, NO. Endorfinas y punto, igual ya necesitaba un poco de stress hormonal que fuera más allá de la acupuntura y los malabares que las reacomodan en yoga.
Plan Puebla-Panamá (como dice mAmE), llegó inesperadamente rápido a mi vida y había sido demasiado bueno para ser verdad, ¡hasta mis manos con todo y la artri le parecían bonitas! Ah, pero soy intrigosa y con los años el escudo se hace más grande, así que a fuerzas quería encontrarle defectos, la lista contenía a la esposa abandonada con cinco hijos en Cartagena; al narcotraficante huyendo de su posible arresto en Bogotá; al guerrillero de las FARC que me estaba usando como disfraz; o al refugiado que necesitaba conquistar en tiempo récord a una mexicana medio bruta como trampolín a la nacionalidad. Otras amigas se negaban a mi negatividad “¿por qué demonios ese mecanismo de defensa que impide creer en lo bonito? ¡Nunca pensé que con lo impulsiva que eres te diría esto, pero deja de pensar!” Más opiniones, pero “es que los acentos sudamericanos debilitan la objetividad de mi criterio”. Mientras más positivas eran las señales, mi efecto de ilusión se volvía más patológico, tanto que amiguitas empezaron a bromear con vestirse color bugambilia mientras yo gritaba pérenme, pérenme, pérenme, porque antes tenía que asegurarme de no convertirme en la Reina del Sur generación Timbiriche.
En Año Nuevo mi sueño era conocer al argentino súper ejecutivo en su XR6 con la matita al aire y meses después me cae del cielo un caleñito con el acento más sexy del planeta (que me perdonen los boxitos, me flagelo por la traición), la mirada hermosísima, con una GSX-R 750, estudiando para ser un ejecutivísimo master y por si fuera poco, inteligente, divertido, consentidor y hasta maestro de baile anti-reumático procura coquetearme más. Y yo hasta en sueños ojo, mucho ojo. Tal vez el problema fue tanta repetición: Usted juiciosita Ana Lucía porque es que ni lo conoce bien. ’Sea es que no se deje llevar por las foticos esas que me le enseña de sus sobrinos que están divinos, pues. ’S que ni piense que es muy chévere que sea un cerdo capitalista –de cariñito nomás- con intenciones socialistas que a usted le hacen ojitos y lo ve como una chimba cuando usa traje y se van a rumbear. No, pues, huevona. Puesque no se ilusione aunque esta situación sea bacanísima. Y sí, yo sé pues, pero me nublo cada vez que me dice vos me encantas y me siento inmersa en una canción de Juanes o en un vallenato.
Sí, sí, nubecitas y solecito hasta que veámonos diario, llamadas buenos días, buen provecho, buenas noches, mensajes, mails y a qué hora respiro. Total, fuimos a que conociera su bike -tengo que aceptarlo, se me hace muy sexy que sea corredor y ahí voy yo con mi artritis y mi terror de pasajero histérico mejor te echo porras sentadita por allá-. Presentación con sus amigotes y mientras estábamos pre-copeando en la residencia de su universidad el tipo se volvió loco. No, no estaba tomado, estaba simplemente poseído por Cupido o yo no sé qué y lo dijo a pesar de mi enojo. ¡Ay, bye! Nadie dice te amo a los diez días de conocer a alguien. No son diez, son doce. ¡Igual, neta no sabes ni lo que dices y me voy a molestar si lo sigues diciendo! Pero qué, si sí lo siento. Mira, voy a hacer como que no pasó a ver si así se me olvida. Llegamos al antro pero la noche no podía ser perfecta. ¿Otra vez? ¿En qué quedamos? A ver, tú no me amas, no m’ames, no sé qué signifique eso para ti, pero para mí es importante así que no andes blasfemando al amor (think pink!), Di’go. Bueno, pues a ver entonces dígame qué es el amor y si me convence no vuelvo a decir nada al respecto. Y de que me dan el poder de la palabra a ver quién me calla, más que ya tengo ensayado el rollito que salió de mi cabecita tequilera: “el amor es una locura químicamente inducida que te hace desear que la persona que amas y admiras sea el testigo de tu vida”. Por eso yo digo que no me amas, ni me conoces, me has visto cuatro veces –Seis-, aish, lo que sea, el punto es que yo creo que estás enamorado de la ilusioncita esa que te armaste en el cerebro y me la enjaretaste a mí.
Tipo sólo me miraba y cuando se me secó el cerebro –falta de alcohol, supongo- tocó su turno. Si es que me parece muy bonito todo lo que dices, pero y qué si yo siento eso por vos, no hay modo de que lo averigües y estoy en mi derecho de decírtelo, yo lo que creo es que pues de pronto asusta y es normal. Sí yo sé, falta conocernos más, pero pues qué, uno no termina de conocer a la gente. Lo que se me hace triste es que no creas que alguien pueda enamorarse de ti, pues. Y empezó a soltar una letanía de confidencias que le había hecho –sí, otro punto de cómo perder a un hombre... menos a este- y terminó de enfurecerme, que sí, que él ya sabía que tenía miedo, que era cansoncita (pancherita) y demás, pero que él creía que el problema era que mi autoestima se encontraba por los suelos y más ahora con la artri. ¡Dios, qué tipo! Ahorita vengo y me fui al baño a mandar mensajitos de auxilio amiguitas. Apoyo moral y ya mañana les cuento bien.
Mi trayecto eterno odio-los-antros-del-norte y suyo de no quiero que se me ponga bravita, es que siento mucha frustración porque me limitas en lo que siento hacia ti y lo que menos quiero es presionar y blablabla. A esas horas de la madrugada yo sólo quería dormirme hasta que me salvó la segunda declaración de amor. Ring ring y: “Susa, te amo wey y como te amo wey, voy a ir ahorita allá a donde estás, en el Blank wey, te voy a buscar wey, porque te amo wey, te amo wey, gracias, bye” y amiguita me hacía la noche porque se pensaba que el hombre “me había salido golpeador” o yo no sé qué y no espérate, dónde estás mensa que yo ya voy llegando a mi casa. (Gracias por haber ido a salvarme y salud Gansitos, no me pasó nada, jajaja) ¿Ya ves? Estas declaraciones de amor sinceras sí me ponen de buenas, perdón, pero lo mejor es que ya no nos veamos. Y de verdad lo creo porque nos íbamos a lastimar mucho. Como dice amiguito no-te-digo-cómo-se-llama-mi-chica-quiero-ser-tuya: es que hasta a mí me está asfixiando.
Como si le hubiera dicho háblame a cada segundo. Si es que uno purga sus culpas en vida y al doble. Día siguiente comida con Clan y concierto. Es el hijo del tigre listo para pelear, se levanta ante el embate del gandalla. ¿Qué parte de la palabra “concierto” no entendió? Con el money o sin el money hago lo que quiero honey y mi palabra es la ley. Ahora hasta mensajitos. ¡Aaaaaaaish, le dije que no quiero ir al clásico mañana, odio al América y ni con 8 boletos para repartir voy a apoyarlos! ¡MA-MI! Amenazas con marchar, a Brasil o Paraguay. 32 llamadas perdidas y si no hubiera testigos ni yo lo creería. Es triste porque una parte de mí de verdad quería algo lindo y se regocijó con la confesión, pero la parte que me está sosteniendo es la que está molesta pues se siente presionada y mientras ella mande, yo no tengo fuerzas para decirle que nos dé chance. Por eso veo casi todo negativo y ya no sé qué pretexto inventar: desde el palco de su familia en la plaza de toros de Calí (no me gustan los toreros) y su casa en Cartagena, hasta su dedo roto de caídas en moto y las rosas que me trajo ayer y tuvo que dejar en el buzón medio salidas para que la vecina tocara el timbre, mis papás salieran y vieran qué onda porque yo le dije que no quería verlo, “ya es muy tarde, son las 10, estoy en pijama y no voy a salir, te dije que no nos íbamos a ver”. Claro, para dormir mal por mi maldito remordimiento de conciencia, encender la luz cada cinco minutos y hacerme más chiquita al leer la tarjetita que dejó con las florecitas.
La vida es irónica y regala estas experiencias para entender; coincidentemente dos de mis mejores amigas con los noviazgos más bonitos y largos, acaban de terminar porque sus ex-chiquitines se sentían presionados y con miedo al compromiso. Me siento culpable con mis niñas porque los entiendo más a ellos y no había estado tan cercana a un sentimiento como el que expresaron. ¡Qué horror! Me estoy convirtiendo en un hombre con líos hormonales, por primera vez estoy diciendo un no que significa N-O, NO, y parece que hubiera dicho sí. No puedo creer que podría tener todo lo que soñé y lo esté rechazando porque “no estoy lista y tengo miedo a comprometerme”. Lo peor es que cuando “esté lista para el compromiso” ahí voy a andar llorando. Mejor me consuelo pensando lo que me dicen la Sis y la Gweni-Tai, que es muy raro, que ningún hombre de la nacionalidad que sea dice que te ama así tan fácil, al contrario, mientras peor nos traten, más felices son y esto ya huele a acoso, al menos me hizo volver a creer en el género y tener sonrisa de estúpida un ratito... Ahora tengo que analizar si lo que dice la Martz es cierto, que me gusta que me traten mal, uy qué mello, lo que dice el niñito de mis miedos y blabla y el mail que me mandó hace rato porque se piensa que salgo con otros ocho tipos o que tengo novio, sí ajá, como si fuera fan de la poligamia y tuviera tanta energía o tiempo.

Corre dijo la tortuga, atrévete dijo el cobarde, estoy de vuelta dijo un tipo que nunca fue a ninguna parte. Sálvame dijo el verdugo, sé que has sido tú dijo el culpable, no me grites dijo el sordo, hoy es jueves dijo el martes y tú no te perfumes con palabras para consolarme, déjame solo conmigo, con el íntimo enemigo que malvive de pensión en mi corazón...

sábado, marzo 12, 2005

Any given fishing day

Yo no buscaba a nadie y te vi...
Mi desilusión hacia el género masculino había llegado a tal extremo que estuve a punto de conformarme con cualquier quinceañero rebelde que me conquistara con un ‘hola nena’, hasta que apareció él para salvarme de mi potencial pedofilia y lanzamiento al vacío. Así lo conocí un sábado con varias horas de monólogos absurdos de mi parte, mientras él me cuidaba de que no fuera por el lugar perdiendo el estilo. El lunes no lo podía creer, Plan Colombia dio señales de vida queriendo salir conmigo. ¿¡Qué, qué, qué, qué!?

We're just two lost souls swimming in a fish bowl...
Acordamos vernos al día siguiente en la noche y mientras a mí me sudaban las manos, él se movía con una seguridad de aeropuerto gringo en alerta roja. Lo peor. Terminando de cenar fuimos a un bar, total, ya estábamos en la Condecci medio ambientadillos y era relativamente temprano. Nos subimos al coche y la princesita cambiándole de estación hasta que escuchó estar colado por ti/es facilísimo/y me tienes ya enamoradísimo. ¡Ah, qué emoción! Esta era de mis quince. Por qué no, cante y cante con el bailecito y los ojos de incredulidad con destellos de pena ajena de Plan Colombia que sólo atinó a decir -con su acento que me hace sentir en medio de una canción de Juanes- “¿quién coños canta esto?” Mi justificación es que hacía mucho que no escuchaba a Mercurio y recordé el crush que tenía con Dany el de la gorrita, hasta que me di cuenta y ya compórtese u omítase un ratito (ahora hasta yo me hablo de usted). Ah, pero no. Si es que a mí no me basta con meter la pata una vez, no, no, si se trata de la especialidad de la casa y de estos afanes de superación acendradísimos que me caracterizan...

Yo no sé mi amor qué hago buscándote, si te gano pierdo libertad y era martes, creo que fue desde el domingo que me perdí...
A los dos segundos de que mi euforia mercuriesca pasara, el locutor lanzó preguntas al aire: “La primera persona que nos llame para decirnos en qué año entró Kalimba a OV7, se llevará blablabla. A ver, ya tenemos a alguien en la línea. ¡Hola, hola!”. Tipa 1: “Mmmm, ¿en el dos mil?” Ana Lucía: “¡Nooooooooo! ¡No manches, en el noventa y seis!” Locutor: “¡Nooooooooooo! Lástima amiga, Kalimba entró a OV7 en el año de 1996 –Ana Lucía: O B V I O-. A ver, otra preguntita, se las pongo más fácil para que se lleven blablabla ya: ¿para qué película de Disney participó en el doblaje Kalimba? ¿Sí, bueno? ¿quién anda por allí?” Tipa 2: “¿Bueno? Sí, ah, mmm, oye soy Perenganita y mmm, estemmm, ¿no me podrías repetir la pregunta? Es que yo quería ver si me pueden poner la de Rebelde, es que ya llevo hablando desde hace mucho”. Ana Lucía: “¡No, te juro que no puede ser, esa está súper fácil! ¡En el Rey León, Kalimba era Simba!". Plan Colombia abría más y más los ojos y la pena ajena se pintaba de tristeza dentro de su mirada hermosa mientras yo me pintaba de rojo y me encogía en el asiento con un “ay, es que estaban muy fáciles... si quieres mejor sí ponemos el i-Pod”

Como tú la primavera, como tú la vez primera no haya nadie que me quiera como tú...
Mi actividad social en esos días fue –extrañamente- bastante intensa. Pese a todo y a la insistencia de vernos, hasta el sábado decidí invitarlo a una fiesta, más por petición de amiguitas que morían de curiosidad y querían oírlo hablar, que por las ganas de estarlo presentando en sociedad a la semana de haberlo conocido (mis estándares de ligues requerían de mínimo dos citas solos para sacarlos del clóset). Primero pasamos a visitar a mi cuarto hermano, el recién operado compro-nariz-de-Britney. También había otros amigos y como para hacerme la graciosa, se me ocurrió molestar a uno de ellos. Más me valía callar mis pensamientos, pero es que me queman las palabras y tenía que salir con mi comentario: “es naquísimo traer esas pulseras, si lo haces por ayudar qué bien, cómprala, pero no vayas por el mundo presumiéndolas, ahora que si lo haces por moda es que ya fue, hasta Lolita Ayala las trae, no manches”. Claro, amiguito no se podía quedar atrás con mis comentarios venenosos: “ah, pues por qué no le preguntas a Plan Colombia por qué él trae también”. ¿Así o más hundida? Je, je, ay ya, era broma, la de Dibujando un mañana combina muy bien con la rosita, ¿ésa para qué cáncer es?

Procura no mirarme más...
Llegamos a la fiesta y protocolos fulanito-sutanita. El reven bien y yo más tapiteando con el tequila a todo el mundo y terminando más que tapiteada por brindar con todos, pero eso sí, muy simpática y hasta con hipo. El problema fue el regreso con la patrulla y “ese Astra negro oscuro, oríllese a la orilla” o algo así. Coche se detuvo y a ver los papeles mientras Ana Lucía súper sincera ¡hip, hip! Uuuuuy joven, la señorita va muy mal, hasta hipo tiene ¿usted cuántas copas se tomó? Demos gracias a Dios que colombian boy lo único que tenía de más era sueño y si quiere sí vamos al alcoholímetro, por mí no hay problema... pues bueno oficial, no, no, claro, sí, yo entiendo, gracias y buenas noches a ustedes. A la princesita se le caía la cara de vergüenza mientras Plan Colombia sólo se reía de mí y me decía que ese hipo le había hecho la noche.

I don’t want another heartbreak. I don’t need another turn to cry, no. I don’t want to learn the hard way. Baby hello, oh no, goodbye...
EL OSO. Seguimos saliendo y todo relativamente bien. El martes siguiente, a los 10 días de habernos conocido (?), fuimos a cenar y Mr. Colombia 2005 tuvo a bien hacerme un regalo con diez regalitos dentro y entre las maravillas se encontraban “mi sangre” de Juanes, “El rock de mi pueblo” de Carlos Vives, “Vivir para contarla” de García Márquez y mi cara de qué-onda-no-no-es-cierto. Había sepetecientas mil millones ochocientas mil novecientas quince o más maneras de reaccionar y a mí no se me ocurrió hacer nada más que lagrimear (no, gracias a Dios no lloré completamente). Claro, el tipo no sé qué se ha de haber pensado que sólo me abrazó y “ay hermosa, ¿tan mal me la han tratado?” Si es que yo últimamente de dar lástima no sobrevivo. Soy consciente de que cualquier otra persona -hasta yo-, si le hicieran un tanguito así, lo primero que pensaría sería “por favor córtame un brazo, pero no me mates de flojera y te paso un kleenex, ándale ya bájale” y más después de que yo en la cena me la había pasado con no, es que estoy confundida y pásenme el cianuro o una galleta de animalitos. Para colmo entre los regalos había una pulserita colombianita coquetísima que se perdió entre el trayecto coche-casa (menos de cinco metros) y ahora no sé qué inventarle al respecto...

A ella le gusta la gasolina, dame más gasolina, cómo le encanta la gasolina...
Llegó el día de conocer a sus amigos. Pasó por mí temprano y nos dirigimos a la residencia de su universidad, en un reino muy lejano. Mi sorpresa fue mayúscula cuando me di cuenta de que estaba en el paraíso de los hombres guapos, ¿cuánto cobran por vivir aquí? Más nubecitas porque me tocó ser la única niña así que de princesita para arriba. Eso sí, total, ya había sacado tanto el cobre frente a él que una vez más no importó y menos cuando fui retada con chistes de mamá-mamá. Pobre iluso el que se pensó que me iba a ganar. Supongo que de penas conmigo el muchacho ya se estará acostumbrando porque mejor decidió dejar al grupo de los clavados en los chistes malos para emigrar a otro.

Qu'elle se trompe, quel qu'en soit l'émoi...
A pesar de parecer que estoy tratando de seguir el manual de “Cómo perder a un hombre en 10 días”, el tipo sigue acelerando mi sospechosismo: continúa háblandome y tratándome espectacularmente bien siendo que yo desde hace mucho ya me hubiera dicho ahí te ves porque según mis cálculos ya pasé del tercer strike (y eso que andaba fichando de fildeadora y no de bateadora). No, pero es que yo debí escuchar al polo más perverso de mi cerebro y saber que algo que estaba pasando no me iba a gustar. Si ya decía yo que era demasiado bueno para ser verdad...

viernes, marzo 11, 2005

Al servicio de la comunidad... - Ayudante de Santa

Lulú Marina, como siempre al servicio de la comunidad, ha decidido atender el llamado urgente de un pequeñín a quien, por razones de seguridad más que de vanidad o de sensatez, se le llamará el Ayudante de Santa.

Querida Lulú Marina:

No estás para saberlo, ni yo para contártelo, pero la verdad es que estoy metido en un menudo problema, de esos gordos en los que uno ni al caso, pero por transitividad terminas involucrándote, y por añadidura lo demás se te dará.

Todo empezó en el mes de octubre, decidí abandonar la ciudad de México en busca de nuevas oportunidades, así que tomé mis maletas y me lancé a una nueva vida en el extranjero. Debido a mi bajo presupuesto, una vez en Europa tuve que compartir un departamento. No me puedo quejar, haciendo gala de mi buena suerte, terminé rentando un lugar bonito en un segundo piso con dos habitaciones, pisos de parquet, televisión, y lo mejor de todo, en una buena zona, cerca del centro y bien comunicada. Vivo con una pareja de chicos del noreste de Europa. Por respeto a su intimidad y para mantener el anonimato, les llamaremos Homero y Marge. Ellos ocuparon la habitación doble y yo la pequeña (pero no por eso fea). Habíamos convivido muchos meses sin tener ningún conflicto, puedo hasta decir que llegamos a formar una linda familia. El problema empezó regresando de las vacaciones navideñas, resulta que fueron a su país de origen y una vez allá decidieron que su relación no tenía futuro. Yo me enteré hasta un mes después. Lo primero que me vino a la cabeza fue: “¿cómo es que siguen durmiendo en la misma habitación?” Ya había percibido que entre ellos las cosas no iban bien, pero como ejercicio mental me repetía: “son del norte de Europa, allá la gente es fría, no te preocupes, no pasa nada”, pero la bomba ya había estallado.

Ya que Marge fue la valiente en decirme, le pregunté si ya había pensado algo al respecto. Me respondió que uno de los dos tenía que salir de la casa, pero que habría que conseguir a alguien que lo sustituyera. Estuve de acuerdo pues si sólo nos quedábamos dos, el alquiler aumentaría considerablemente y esa no era parte del compromiso que habíamos hecho los tres.

Así pasaron los días, hasta que Marge consiguió a una chica hindú que venía a trabajar unos meses en la Universidad. Básicamente era una desconocida –sólo vi una foto que mandó por mail en la que sale con su marido-, pero no quedaba de otra pues ella ya no podía seguir compartiendo cama con su ex novio (lo acepté pensando que mientras no quisiera meter una vaca todo iría bien). En la casa todo ha sido tensión. Obviamente entre ellos no se hablan y yo tengo que fungir de emisor, el típico de dile a él que…, pues dile a ella que no, y ahí me tienes a mí en medio de las discusiones, gritos y demás. Y lo peor es que ya dejaron de hacer sus respectivas labores de aseo diciendo que le toca al otro respectivamente, por supuesto el que se j&$# pues soy yo.

Para no hacerlo muy largo, Homero ya sabía que llegaba la esposa de Apu, pero nunca se preocupó por conseguir a donde irse. La nueva inquilina llega este sábado y Homero quizás duerma en la sala unos días mientras encuentra a donde irse. Pero eso no es todo, llegan además un conocido de México y mi amiga austriaca que viene a visitarme. Imagínate: dos nórdicos, una austriaca, una hindú, el mexicano y por supuesto yo, esto va a ser casa de locos. Se convertirá en una zona cero.

Qué hago Lulú Marina, los corro a todos de la casa, me tiro desde el balcón, empiezo a memorizar algún mantra, me apunto a clases de yoga con mi nueva gurumai personal, le doy la bienvenida a la hindú con un buen guiso de carne. Ahora más que nunca necesito de tu sabiduría. Espero tu respuesta y que Dios no me desampare.

¿Qué hago Lulú Marina? ¡Ayúdame por favor!

El ayudante de Santa (Huesos)

Querido Krsuty, ¡perdón! Ayudante de Santa:

Tu problema vaya que está complejo. Consultándolo con tus demás amigos, sólo hemos podido llegar a la conclusión de que verdaderamente estás en el hoyo y no sabemos ni qué decirte. Por un lado correr a tus compañeritos no es buena opción, pero entendemos que si saliste del país fue para irte a estudiar y no estás así como para fiestas en tu casa ni nada de eso (ajá). Así que tu asunto se complica y por primera vez me encuentro sin consejo hacia un amigo, lo que me hace sentir peor a mí que a ti, por supuesto. No nos queda más que echarnos unos caballitos de tequila virtuales, tú seguramente tomarás tequila Jalisco y yo Centenario Plata, pero mínimo sabes que te acompañamos en tu fin de semana caótico. Ánimo amigo y deja que el destino fluya, pero dale una ayudadita y has de cuenta que no hay nadie en tu casa... Total, qué se hagan bolas los demás, tu enciérrate y ya.

Siempre, Lulú Marina

martes, marzo 08, 2005

Girls & the City - Divas

Tenía muy abandonadita la sección así que aprovechando el Día de la Mujer -qué barato, qué barato-, trataré de poner un poco de humor "porque soy mujer como cualquiera; con dudas y soluciones; con defectos y virtudes; con amor y desamor; suave como gaviota, pero felina como una leona; tranquila y pacificadora, pero al mismo tiempo irreverente y revolucionaria; feliz e infeliz; idealista y soñadora; sumisa por condición mas independiente por opinión... PORQUE SOY MUJER, con todas las incoherencias que nacen de mí, FUERTE, SEXO DÉBIL", mientras Ana Lucía se va transformando encima de la silla y canta con sentimiento tomando como micro al pobre cepillo que ni culpa tiene, imitando a la D'Alessio ahora caída en desgracia (que de allí podría ser el apodo de Lupe, pero no es así).
En esta ocasión presentaremos una recopilación de diálogos de la vida real, frases célebres de chiquitinas a las que admiro y que me han hecho reír durante años y que por más que suenen como qué-mala-onda-de-viejas, no es así, ellas son lindas, sólo que les han tocado malos chiquitines, hay que entender... A mis muñequitas sólo les pido que nunca dejen morir la chispa y que mantengan súper chic el ego.
De nuevo, en homenaje a mis chicas locas que de vez en cuando se pierden en la fiesta y a los estrógenos deambulantes que nos hacen incomprensibles, va por nosotras niñas. Porque este amor es azul como el mar: ¡SALUD! Y uno, dos, tres: ¡Ánimo!

Divas

Tipo 1: ¿Por qué eres tan linda conmigo?
Diva Ruda: Buena pregunta, la verdad es que ni yo me lo explico.

Tipo 2: No, no hay que cortar, es que yo no puedo estar sin novia.
Diva Optimista: Pues mira cómo sí estás pudiendo.

Tipo 3: Aquí se baila como yo diga.
Diva Sumisa: No, no, no... Aquí se baila como yo pueda.

Tipo 4: Sólo queda esta cama libre, ¿la compartimos?
Diva Acapulqueña: Ay ni en sueños, preferiría dormir en la alberca con una llantita (y mira que no hay gran diferencia...)

Tipo 5.a: ¿Quieres ser mi novia?
Diva Evolutiva: ¡No, cómo crees! Si yo lo que quiero es mejorar la raza.

Tipo 5.b: Bueno, ¿vamos a cenar...?
Diva Pragmática: Aclaremos algo de una vez, está bien que sea una persona que no discrimina, pero te advierto que tampoco hago caridad.

Tipo 6: Eh, mmm, este...
Diva Alcohosadora (acorralando al tipo frente al refri): ¿Qué? ¿Te pongo nervioso?

Tipo 7: Si amas a Jesús que murió por tanta gente, ¿por qué no me amas a mí que muero por ti solamente?
Diva Católica (entre risas): ¡Ay no m@%#s!

Tipo 8: Es que nunca has hecho nada por mí...
Diva Mediática (con cara de sorpresa): ¿Y subirte el rating no cuenta?

Tipo 9: Plan A: Llevamos a las niñas a dormir y nos vamos a un table. Plan B: Llevamos a las niñas a dormir y nos vamos a otro antro. Plan C: Llevamos a las niñas a dormir y regresamos a seguirla.
Diva Indignada: No, mejor plan D: Las niñas nos vamos a otro antro y tú te vas a la ch/%#”&@.

Actitud diva enfiestada después de dar un paseo desastroso por el suelo mientras algunos chiquitines la ayudaban a levantarse: Ay gracias, es que estuvo cañón el temblor, ¿no?

sábado, marzo 05, 2005

Nicotina

Oficialmente hoy cumplo un mes sin fumar...
Después de cinco años intoxicada, Lulú Marina corre desesperadamente alternando refri, alacena y tiendita de la esquina pues necesita controlar la ansiedad de alguna manera. Y mientras el subconsciente susurra hasta en sueños: nicotina, nicotina, nicotina, el consciente se engaña gritando compulsivamente: COMIDA, COMIDA, COMIDA...
¡¡Soy el monstruo come-galletas!!

miércoles, marzo 02, 2005

Pajaritos a volar por el Niágara en bicicleta

* Para versión visual del viaje (muy interesante por cierto, con detalles como la foto del calendario de las chicas del taller mecánico en decandencia -o ¿cómo era?-, el triste final del chocorol, los cuadritos del yoga y más, mucho más) dar click aquí. Gracias ingeniera...

En mi casa lo manejé como parte del tratamiento, obvio no se la creyeron, pero aún así me patrocinaron el acapulcazo porque al fin y al cabo era el festejo de la Sis. Formé parte del primer grupo. Porque fuimos quienes salimos temprano y por ser los VIP’s. Sí, sí, claro, todos somos iguales, pero como decía ¿Mafalda?, siempre hay unos más iguales que otros y nos tocó ir con la festejada y Mike treat me once I won’t let you treat me twice, el dueño de la casa playera-montessori. Como era viernes de FUNAR, previo a la carretera pasamos al café de siempre por nuestros respectivos, sólo que en esta ocasión para llevar. El pobre vivió cinco horas de chisme intensivo entre mujeres, lo bueno es que eso de viajar con IAVE ya es habitual y nos alivianó un poco el tráfico casetero.
Bienvenidos a Acapulco para comprar víveres y armar la fiesta casual felicidades-Sis en la alberca nocturna mientras llegaban los demás y extrañábamos a los que no fueron. Poco a poco mi dieta nacionalista sólo-mezcal-o-tequila, dejó de desagradarme tanto. Total, el primer paso al amor es la pérdida del asco, ¿no? El chiste era conservar la actitud Austin Powers-Mauricio Garcés que se nos advirtió con todo y musiquita de fondo, al menos así lo intentamos. En la madrugada que llegaron los demás, comenzamos a dar espectáculo de chicas de calendario en decadencia tipo taller mecánico y luego con fiesta de pajaritos a volar/cuando acaban de nacer/su colita han de mover/chun,chun,chun,chun y no sé por qué demonios me sé esa canción y el baile del kinder a veinte años de no haberla escuchado. Úrgeme una regresión.
Al día siguiente la playa nos llegó tarde y aún así entre tanta tapita del amigo yo terminé fumigada. Salud y para cuando llegamos al antro, la fiesta era extra-grandísima onda Energizer porque no se apagó hasta el día siguiente en la noche, muy de noche. Todo el día había estado con mi reven sobrio de órale Mechudo y Martz, molestemos a los de atrás y después de horas de tráfico en Playa Chilangos, terminamos jugando de coche a coche dígalo con mímica porque Poison, el acelérele chofer, se apiadó de mí pidiéndoles a los demás: “Ay, ya, alguien hágale caso a Analú, por favor”. Sin el por favor hubiera sido menos humillante, gracias.
Llegamos a antro y por segunda vez que voy a uno en el año, generación Rebelde buscando opacar a la Timbiriche así que si quiero ligar aquí voy a tener que dejar de discriminar por edad, y Mike: sí, y también por sexo, se te multiplican las oportunidades. Aish, tú y tus traumas menagísticos. ¡Que no soy lesbiana! Luego media hora con el hermano del recién casado: la única diferencia entre ellos y nosotros son las ojeras. Ajá, pero eso sólo demuestra que nosotros hemos vivido más o enfiestado más. Sí, claro, no son horas de estudio itamita, ni es que tengamos más edad, es más experiencia que nos hace más interesantes. ¡Exacto! Y la ironía de canción: cuando Timbiriche la puso de moda antes de que Moderatto y Belinda la cantaran, nosotros teníamos la edad de la mayoría de los que están aquí. Eso sí me deprime así que dame otro tequila, pero del bueno, eh... ¡Ay bueno! Ya da lo mismo, igual es barra libre y yo la libraré también de culpas rotas.
Y de pronto, como caído del cielo latinoamericano, apareció Plan Colombia con la edad y el humor perfectos, haciendo su maestría en México y de fin de semana veamos el abierto de tenis –y a las spring breakers que al final fueron un mito-, para dejarme con cara de Dios-existe sin poder creer que ni yo lo hubiera podido mandar a hacer mejor. Por primera vez después de Brad Pitt, amigas y yo estuvimos de acuerdo en un hombre guapo, por lo general las respuestas eran “ps sí, es tu estilo”, “es que a ti te gustan medio pandros” o “con que a ti te guste está bien” y sí, lo conocí en un antro, pero en realidad me lo presentaron con premisas de buenas referencias lo que aumenta su rating.
Mientras la luna iba causando estragos en los demás, en mí provocaba un irreversible caos intelecto-hormono-taquicardio-facial cada vez que hablaba con él o me miraba a lo Tímido de Flans. De fondo musical el Niágara en bicicleta y tranquila Lupe, tranquila. No me digan que los médicos se fueron. ¿A usted le gusta bailar? No me digan que no tienen anestesia. Menos de un segundo y cuando me di cuenta, Plan Colombia me tomaba de la cintura y me iba desapareciendo la artritis con vueltitas porque caray, qué bien bailan los colombianos y se queda corto decir que su acento y que le hablen a uno de usted al oído es sexy. No me digan que el alcohol se lo bebieron. Es un crimen que usted baile sonriendo porque me voy a terminar enamorando de esa sonrisita suya. Y que el hilo de coser fue bordado en un mantel. Pues sonrío porque estoy contenta, pero si quieres pongo cara de enojada. No me digan que las pinzas se perdieron. No, no, no, pero si es la cosa más hermosa de todo México. Que el estetoscopio está de fiesta. Sin poderlo creer aprovecho el cumplido con otra sonrisita y necesito otro tequila, ¿me acompañas? Que los rayos X se fundieron. Hidalgazo que ya ni reacción le provoca al estómago y el efecto cerebral para estas alturas es marginal, es más, ni se siente porque la cuenta y el umbral del dolor se perdió hace tres o cuatro caballitos. Y que el suero ya se usó, para endulzar el café. Y antes de que terminaran el trago y la canción, la que ya estaba enamorada de su mirada, de su acento divino y de su barbita de diez en actitud soy sucio y qué, era Lulú Marina.
Al día siguiente, contrario a toda probabilidad, llegó la resaca recriminadora y no la corporal. ¿Por qué demonios te pusiste a hablar de Café con aroma de mujer, de Shakira, del narco, de César Gaviria en la OEA? Y luego creyéndote la graciosa con “mira, hablo como colombiana”. Ay me quiero morir. Definitivo, tanto tiempo sin estar con un hombre –auch, no puedo creer que haya pasado tanto- te ha vuelto peor que quinceañera y de la época de abuelita, no de estas rebeldes que seguro te dan vueltas. Y yo atormentada: si me habla será un milagro porque aparte no sé si le di bien el teléfono, quién me manda cambiar tanto de número y tomar tanto. Para colmo, al día siguiente yo seguía jugando de coche a coche, pero ahora a la Miss Universo pirata de carnaval. Estando en la gasolinería, me puse a saludar a amiguitos que corregían: derecha, derecha, izquierda largo y enviando besos, yo muy en mi papel. Hasta que Sis rió y no puede ser, en el coche de atrás que se acaba de ir –y te vio haciendo tu estúpido show- iban Plan Colombia y amigos. Golpes de cabeza al respaldo del asiento con sufrimiento por haber vuelto a perder al amor de mi vida. Bueno, hay muchos todavía, ¿o no, Diosito?¿¡Dioooooos!?¿¡¡me escuchas!!?
En las seis horas de trayecto bendito sea el i-Pod por tener integrado “esta noche se improvisa” para adivinar la canción: No te metas con mi cu-cu, Quén pomó, Because I got high, y qué tramposo Mike, obvio tú te las sabes todas. Mejor juguemos a la traducción de Don´t want no short-short man, Goodbye Horses, Ghostbusters y voy a cobrar por función y canción de Britney. Ataques de risa y estupidez que a ratitos contagiaban a los demás y a ratitos provocaban lástima y enojo en la tripulación me-quiero-dormir-ya-deja-de-cantar-coño. No, hay que seguir jugando, ahora a 100 mexiNACOS dijeron, a ver, palabras que terminen en pedo (torpedo, paralelepípedo, jajaja, bye con tu palabra, cuadrúpedo, comprendo, jajaja, esa no termina en pedo Martz) y a ver, otras que terminen en culo (ósculo, cálculo, obstáculo, agrónomo, jajaja, sigue durmiendo Martz). Y Ana Lucía por votación unánime deja atrás Lola la Trailera y Lupe para ser el femenino de Polo Polo con el nuevo apodo: Chucho. Qué fastidio, pero es que con eso de que se le durmió la pierna, no podía dejar de hacer la broma que siempre había soñado y agradezcamos que no le tocó el
asiento J-Lo del otro coche o que no fue el pobre diablo que intentó propasarse con la princesita de Tepito en la barra del Alebrije (y que merecía lo naco que le dije por naco y nada más porque le tengo respeto al alcohol, que si no se lo hubiera aventado en... la cara). En definitiva: un viaje irreal.

De nuevo felicidades a los quinceañeros de la semana: la Sis y el Bro. Los quiero chiquitines...