domingo, julio 10, 2005

Hoja en blanco de algodón

¿Cómo te atreves a seguir como si nada y hablarme diario? ¿Cómo puedes seguir pensando que esto puede funcionar y hasta creer que con un boleto de avión voy a catafixiar mi vida por una de contemplación junto a ti? Lo sabes y tal parece que lo haces para hacerme enojar, esto no era lo que quería y me da coraje que las cosas hayan pasado así. Sé que tú también te sientes mal, pero si algo he aprendido es que el que se queda se lleva la peor parte. Por más lindo que te estés comportando, al borde de la asfixia empalagosa que no sé si me gusta tanto como pensaba; no hay derecho, no se vale y tú ni culpa tienes, pero prefiero estar enojada contigo porque el espejo ya tuvo suficiente. Tal vez fue la señal chiquita que le pedí a mi estrella para saber si sí porque yo ya no podría almacenar más dudas cargadas de clichés y estereotipos que traté de desechar, pero cuando es demasiado no existen muchos que valgan. No sé si pueda culparte por mi viaje a la inocencia en la frontera de la estupidez; es el colmo tomando en cuenta el tema del diplomado, aunque el reclamo va para la fábrica porque mi modelo no traía incluido ni el equipo de inteligencia, ni el detector de metal, ni camino con perros policías al lado. Y si sí es cierto, tengo miedo del miedo porque en dónde diablos fui a caer y cómo demonios fui capaz de ver todo tan normal, todo lo que ahora veo con el horror más claro de todas las transparencias.
Pero en fin, supongo que a ti la situación también te dará risa aunque te la aguantes, ennoviados por tres días, qué orgullo. Ni cómo olvidar la despedida de tequilas, rancheras, vallenatos y Bobby Pulido llévame-contigo-aunque-tenga-que-sentir-dolor-si-en-mi-tumba-yo-quiero-que-diga-este-hombre-se-murió-de-amor. No tenemos remedio, rockcito, no nacimos para estar juntos y por eso no me importa que todavía no lo entiendas. Yo contigo fui feliz compartiendo nuestro tierno amor, pero ahora que no estás aquí sólo hay dolor. Te compré lo de los astros alineados del 26 de febrero porque yo también lo sentí, pero las explicaciones que me das ya no son tan esotéricamente creíbles y las únicas pruebas que necesito pasar son las del examen médico del índice reumático, no las que según tú nos está poniendo la vida. No lo aceptaste por las buenas y por eso me cansé, lograste lo que se creía imposible: hacerme entender que los panchos, efectivamente, son una pesadilla cuando te los hacen. Mis analogías siempre te divertían, por eso en ese momento yo me imaginaba a Scarlett O’Hara cuando Tara se encuentra devastada y no hay qué comer, ella, llorando, toma un pedazo de tierra y jura “If I have to lie, steal, cheat or kill; as God as my witness, I'll never be hungry again": así yo te miré, tomé el celular -para, como ella, tener algo en el puño- y me juré interiormente “Aunque tenga que mentir, aguantar, fingir o callar, a Dios pongo por testigo de que jamás volveré a hacer un pancho estúpido”.
¿Te das cuenta de que ya soy amiga del destino, que ya nos llevamos bien y nos reímos los dos de mí y ya no sólo lo hace él? Hasta eso tengo que agradecerte, colombiano. Igual me detestas hoy, igual mentirte no estuvo bien, pero incluso en las caricaturas te educan para golpear al que está en shock y a ti ya no te estaba girando bien lo nuestro. No fue un acto de desespero como dices, tengo muy poca fuerza de voluntad, lo sabes, pero no cuando ya me quedó claro el por qué te estoy lastimando, el por qué tú me estás haciendo daño, no hay esperanza en mi decisión, no hay futuro en un plural de juntos. De más alto nos hemos caído, ¿no, tontico? Lo bueno es que ya sabemos que sí se puede y que ya no escucharemos a Fito Páez juntos, pero que el amor después del amor, tal vez se pareció a este rayo de sol. Bueno listo, Yush, de pronto así tenía que ser la vaina, dicen que las norteñas son muy guapas, más me le vale creérselo y que Dios me lo bendiga siempre, pues. Yo mientras me quedo cerrando el libro y tratando de digerirlo porque tu vida, como la carta del Binomio, resultó ser una hoja en blanco que nunca pude leer...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Que barbaro, la PGR agarrando a arquitectos que confunde con narcos y los verdaderos narcos andando sueltos por ahí traficando con los corazones y los sentimientos de nuestras más hermosas mujeres! Andan como el Tony, queriendose llevar a las flores más bellas del ejido. Que bueno que tu no te dejaste Anita, le hubieras dado el toque de refinamiento que tanta falta le hace al narco (la reina del sur?), pero que hubieramos hecho nosotros sin tí!

No pasa nada, si todo fuera como un narco obsesionado con nosotros... (WHAT?!)

jajaja tómatelo con soda!

Eres increible...

WE ADORE YOU!

Anónimo dijo...

O sea cóomo!!!??? Si parece que fue ayer que todo era amor y felicidad en este blog y en tu corazón... Y yo que venía a conocer cómo transcurría la historia, ay qué stress. Mi comentario es el mismo: Oh, l´amour, l'amour... Ánimo amiga.

Ana Lucía dijo...

Señor Shakespearito (es usted más increíble con semejante apodo, muérome de risa cada vez que sé de usted):
No podemos ni afirmar ni negar nada, lo bueno es que ya es harina de otro costal y a otro perro con ese hueso; una historia más para que mis nietos no se aburran con La Caperucita Roja...
;P
Besho

Pepe!!!
Sí, tal vez exageré en eso de la peor parte. No es tan grave, es en serio cuando digo que de más alto he caído y hasta de más abajo, pero el golpe ha sido más fuerte que esto. Nada como la razón para darle una buena despertada al sentimiento.
Besototes y gracias...
;)

Jajajaja!!! Sigue siendo amor y felicidad mi blog, eso es la vida, pero hay veces q uno se pone más melancólico que otras y no hay nada como la catarsis para sonreír más... Gracias Friend, TQM y ya los extraño, nos hace falta una paquiteada grandísima, aquí, en Cuerna o donde sea.
Besos love
:D