sábado, junio 25, 2005

Listoncitos

Made in the U.S.A. Posted by Hello

Primer Acto Ana Lucía mira los listones de calcomanía/imán pegados como epidemia en muchísimos coches y pregunta su significado. Se le explica que son como las pulseras de plástico estilo Livestrong, que al comprarlos se dona dinero para alguna fundación y terminan siendo una moda ¿altruista? bastante redituable. Lulú Marina no puede evitar poner cara de fuchi cuando se acerca a leer el listón amarillo pululante: “Support Our Troops”. Segundo Acto Mientras ella reniega de los colmos del fascismo chauvinista que supone ver en los listones, el Vic Brother le cuenta a su hermana traumada algo que la trauma aún más (sí, siempre se puede un poco más): la historia de su amigo. Phil tiene 22 años, hace cinco consideró como buena opción para su futuro enlistarse en el ejército. Era una buena idea tomando en cuenta que sólo tendría que trabajar 4 años y después el gobierno le pagaría algo que ni él ni su familia podrían haber hecho: una carrera universitaria. Sí, parecía un buen proyecto y todo marchaba muy bien hasta que algunos aviones se estrellaron en edificios importantes “creando” al nuevo enemigo terrorista; su país quedó envenenado por un odio fomentado por el gobierno de unos tipos que parecen locos, pero que en realidad no son más que una bola de egoístas pragmáticos. Ante esta situación, la guerra contra quien fuera resultaba inminente y así fue como Phil visitó Irak. Él, como muchos de sus compañeros y amigos, como muchas personas en el mundo, como yo, nunca estuvo de acuerdo con la guerra. Él, a diferencia de mí, a los diecisiete no tenía muchas opciones y no pensó que la situación iba a ser tan crítica; su error fue haber querido salir adelante con una decisión equivocada que en su momento se veía muy lógica y de la cual no tuvo escapatoria pues la deserción es un delito grave que no sólo le hubiera afectado a él. Su suerte fue que hace un año su compromiso con el ejército terminó y ahora por fin estudia para ser ingeniero mientras pregunta por sus compañeros, por sus amigos del Escuadrón. Some of them, plenty of them are not coming back. Lulú Marina es llevada por el razonamiento y conocimiento de su hermano a los zapatos de los padres de Phil; al lugar de la hermana de Phil; a la desesperación de la novia de Phil; a los sentimientos de los amigos, los abuelos y de toda la gente que quiere a Phil y se pregunta si ante esto ella no hubiera comprado también un listón de apoyo a las tropas (no a la guerra) para su coche. No quiero meterme en más polémica por haber puesto el dedo en la llaga de la balanza que me hubiera dado como resultado -apegado a mi sentido subjetivo de la justicia-, una preferencia hacia el soldado del agredido por el uso legítimo de la ¿defensa? Simplemente me hizo sentir mal por lo cercana que de pronto me sentí, porque éste también es un lado de la historia, el lado del fuerte por afuera y débil por adentro. El lado que no me había puesto a analizar por mis prejuicios culturales y por la asociación negativa directa que me hizo verdugo de mí misma por ser algo que critico mucho: una persona intolerante. Phil pudo haber sido uno de los 1573; estuvo muy cerca, a casi nada de quedar en un número más para el soldado desconocido, pero él también es un ser humano, es una persona que siente y que tiene seres queridos, que ha sufrido y que no se pone de pie cuando escucha el himno de su país antes de los partidos de fútbol americano a pesar de haber luchado-por-su-patria, arriesgando su vida y su futuro que al final irónico era lo único que lo tenía allí. Tercer acto Ana Lucía enciende la tele porque cuando viaja lo que más le gusta ver son los anuncios comerciales y ve uno que la deja impactada. Comienza con una toma de lejos en una cocina; se trata de un diálogo madre-hijo afro-americanos. Ella, visiblemente afectada y enojada, le ruega a su hijo que cambie la decisión de enrolarse en el ejército, el argumento es que es muy joven y no sabe ni lo que quiere ni lo que está a punto de hacer. Él, muy conciliador y seguro de sí mismo, trata de convencerla de que es lo mejor que puede hacer, para él, para su familia y para SU país; le dice además que será por poco tiempo y que después podrá entrar a la universidad. La escena continúa pero en silencio mientras se oye al narrador: “It’s time to let them grow, for their good, for everybody’s good. U.S. Army needs them. Our nation needs them. Let them be free.” Se hace un close-up a la cara de la madre que sonríe acariciando a su hijo y le pide que le cuente entonces qué es lo que piensa estudiar cuando regrese. Él acerca una silla y ahora los dos felices hablan mientras se va formando como fondo una bandera de rayitas y estrellitas.

Yo me quedo en blanco para no ocasionarme una úlcera, con mil preguntas que jamás se podrán contestar, porque al fin y al cabo nadie supo ni cómo se llamó la obra...

Pd

Y como dice el señor Feben aquí, "la represión no será Tehuacán, sino melcocha y llaveritos..."

5 comentarios:

Ruy Feben dijo...

Ya no sé si lo que cabe decir aquí es "qué triste"; los últimos meses de mi vida (en parte por estudiar semiótica, en parte por trabajar en una "farmacéutica socialmente responsable que invierte 21 millones de dólares en investigación" (el 1% de su ganancia total), en parte por dicharacherías políticas nacionales, en otra buena parte por cuestionamientos de corte emocional-romanticoide) me han enseñado que no hay nada más frágil que las palabras (cosa que no se puso a pensar el que dijo que no hacen daño). Son lo más precioso que tenemos, nuestra especialización biológica, y nuestra arma más letal. Peligro cuando "libertad", por azares de significación y semiosis, se convierte en "imposición-y-represión"; cuando (y esto deberíamos saberlo) "democracia" se convierte en "urnas limpias para conciencias ofuscadas".

¿El nombre de la obra? Podría jurar que ya la he visto; creo que se llama "Historia de la Humanidad". ¿O era "Frustración"?

Gracias por el link, Doña Lulú. Espero le guste el karaoke.

Anónimo dijo...

Más alla de los comentarios políticos de algún comunicologo, sociológicamente tiene muchas implicaciones el hecho de que ver como la sociedad norteamericana se solidariza con sus tropas, ver como ellos consideran su guerra; y del otro lado ver como nosotros, los que vemos su política exterior desde afuera y vivimos sus consecuencias reaccionamos cuando vemos sus preocupaciones, pero a la vez, estando viviendo entre ellos, las historias de Phill nos pueden sacar lagrimitas y lo pensamos dos veces.

En verdad no sabemos nada, ni siquiera nos damos cuenta de que es imposible ponernos totalmente en el lugar del otro y pensar las cosas desde su punto de vista y ayudar a la comprensión (?). Somos un espejo frente a otro. Nuestras acciones son reflejo de las acciones del otro y viceversa; ad infiitum

Paradojas de la vida y sus sistemas!

Pero el beso es para ud., hermosa Lulú, eso sí es cierto.

www.hijosdenuestramente.blogdpot.com dijo...

El mal como tal no es un acto conciente, las personas malvadas casi siempre justifican sus actos asumiendolos como benignos, el mal suele difundirse por medio de raices podridas, que se ramifican en hojas verdes y hermosas flores, solo llegando al origen es que descubrimos que nuestros actos son malignos, por eso es que la verdad nos hace libres, libres de todo mal.
La corrupcion de lo mejor siempre es peor que lo peor.
Es peor el libertinaje esa corrupcion de la Libertad que la esclavitud.
Prefiero odiar o ser odiado que amar o ser amado de una manera obsesiva.
El deterioro de la cultura gringa solo los llevara a la perversion de sus valores y a vivir los peores males del mundo tomandolos como bienes.

www.hijosdenuestramente.blogdpot.com dijo...

El mal como tal no es un acto conciente, las personas malvadas casi siempre justifican sus actos asumiendolos como benignos, el mal suele difundirse por medio de raices podridas, que se ramifican en hojas verdes y hermosas flores, solo llegando al origen es que descubrimos que nuestros actos son malignos, por eso es que la verdad nos hace libres, libres de todo mal.
La corrupcion de lo mejor siempre es peor que lo peor.
Es peor el libertinaje esa corrupcion de la Libertad que la esclavitud.
Prefiero odiar o ser odiado que amar o ser amado de una manera obsesiva.
El deterioro de la cultura gringa solo los llevara a la perversion de sus valores y a vivir los peores males del mundo tomandolos como bienes.

Ana Lucía dijo...

Señor Feben: Lo logró, ahora sí me traumó y despertó el último resquicio de inocencia que me quedaba con la cifra de Pfizer... No la supero y ahora por eso tendré que ir a su fiesta el sábado, jajaja. Voto mejor por la historia de la humanidad frustrada.
;)

Gran anuncio el de la contrapropaganda Pepe, de verdad grande.
Besote al doble para vos que está tan lejos y no piensa regresar.

Así es don Niklas, el ser humano no se entiende ni a sí mismo, qué podemos pedir al tratar de entender a los demás, tal vez eso es lo que haga a la humanidad tan sublime, no sé.
Gracias por visitar estas locuras!!

Sí mame, el mal depende de la perspectiva y de la definición de cada quien, por ejemplo, oh ironía: el ron es muy malo para mí, pero para otros no, incluso para mí hace tiempo no era malo, todo es perspectiva y timing.
Necesito dormir, ya!!
Beshos, love!!!

Los quiero, quiéranse y cuídense que la vida es hermosa... Sean muy felices siempre
:)
:D