domingo, noviembre 26, 2006

La Cloch

La mami asevera que todos los animales que han entrado a la casa lo han hecho por mi culpa (y no, no lo dice por mis exes). Desde los pececitos de feria, los pollitos que mataba por tanto amor y abrazo infantil, mi adorado Indiana Jones que tuvo que abandonar el hogar porque Medusa, mi mejor capricho, se me enfermaba al comer el alpiste que el otro regaba. Pero fueron ellas, Medu y después su hijita Zelda, quienes me enseñaron que uno puede llegar a querer tanto a un bicho que hasta la fecha las extraño con todo y la tremenda lata que significa tener un perro.
El viernes fue un día extraño. Tuve que ir temprano en la mañana a casa de mi jefa, y salí con sonrisa de estúpida después de todo lo que había pasado en la junta, iba emocionada rumbo a la oficina cuando vi al bichito como una borlita de taller mecánico que cojeaba en camino a los carriles centrales del Viaducto. No lo pensé; mi proceder fue impulsivo, intempestivo y completamente irracional. No estaba pensando cuando orillé el coche en la lateral y bajé para hacer el oso al correr con tacones en medio de la artritis invernal, no estaba pensando cuando cargué al animalito que ya no tenía más interés en la vida que aventarse directito a las llantas de lo que fuera. No pensé más que en meterla a mi coche y ya allí, con esos ojitos viéndome desde el asiento del copiloto me pregunté qué demonios había hecho. Y qué demonios iba a hacer.
La llevé a mi casa y el papá enseguida la reconoció: la vi en tal y cual calle (un poco lejos de donde yo la había recogido), sí, es la misma. La mami la vio y casi llora: se parece muchísimo a… Y sí, ya peloncita sin los millones de pulgas es sorprendente el parecido que tiene con mi Med. Nos la quedamos, el veredicto con los veterinarios es que la perrita ya es viejita y con su edad y achaques nadie la va a adoptar, ergo, o se queda con nosotros o la inyectamos. De todas maneras mañana le toca día de estudios para ver cómo está; los primeros días estaba tan mal, al parecer estuvo más de una semana en la calle, aunque es evidente que es una perrita de casa. Yo lloré mucho el viernes -por cursi-, porque me empecé a hacer mil historias en la cabeza de lo que pudo pasar esta preciosa en estos días con tanto frío; en todo el daño físico que trae (incluyendo los golpes, las violaciones -¿se podría decir que un perro ha sido víctima de violación?-) y con el miedo que le tenía al mundo hasta ayer en la noche en que nos empezó a agarrar confianza y hoy no ha parado de mover la colita sin despegárseme un segundo, la pobre.
Y es que luego pienso en todos los bichitos maltratados y aventados por las calles. Y si por mi fuera yo los adoptaría a todos. Y es que luego pienso que esta gorda es sólo un animalito, y que así como ella sufrió desde su perspectiva cuatropatuda, hay serecitos humanos, niños sobre todo, que están allá afuera, y con este &%$” frío, y con esta &%$# vida.















* Ése sí que fue un verdadero Antes y Después. Le pusimos Cloch, a los papis les encantó el concepto de la mezcla de clocher (cojear en francés) y clochard (vagabundo en igual). Yo la verdad, aunque ambos conceptos le quedan perfecto, no estoy del todo convencida; siempre escogía nombres mitológicos para mis animalitos y la onda de los extranjerismos no se me hace tan sexy, pero había que bautizarla rápido y nomás no me dio el cerebro porque ya se dijo, yo no estaba pensando...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Uff..

A mí me pasó lo mismo pero en los carriles centrales de Tlalpan a las 3 de la mañana, un pastor alemán caminando en la orillita del carril de alta (pegado a la pared del metro)... no lo pude rescatar porque no me dió tiempo y tenía coches atrás de mí... no sabes cómo lloré :(

arboltsef dijo...

Se parece mucho a mi perrita gruby... mi primera y única perrita.

Esta hermosa.

Anónimo dijo...

HOLA!! mi tio me comento de esta pagina tan linda, la verdad es q pienso q no es una cursileria el imaginar todo el dolor y sufrimiento yo soy super llorona en ese sentido si por mi fuera adoptaria todos los gatos y perros callejeros ya q ellos no nos pidieron venir a esta vida no llego a comprender como hay gente q los abandona a su mala suerte ,pasan frio, hambre, sed, y hay gente ignorante q solo los ve como animales los patean y les hacen maldades realmente sienten y sufren como nosotros pero realmente ellos nos quieren muchisimo y ellos si son agrecidos apesar de todo su ultimo aliento es para nosotros agradeciendo los pequeños momentos de alegria , juego y secretos.creme tu pagina es super linda y eres una persona muy humana felicidades!!!por tu buena accion me da gusto q haya personas como tu.
gracias :a mi tio por platicarme de esta pagina.
y a mi perro bingo q se perdio gracias por inspirarme estos sentimientos.

Anónimo dijo...

Fuuu, buen corazon, lo suficiente para arriesgar el alma en un intento suicida para rescatar a la inverbe, latima que ya la estes regalando.

Yo alguna vez rescate un cotorrito y lo traje de vigilante de mi carro aproximadamente 3 dias, hasta que le dio por picotear la cabecera del asiento y lo tuve que regalar.