domingo, julio 30, 2006

Hoy no me puedo levantar

No soy ni hombre ni mujer, sólo soy una persona

Me cumplió el cliché del coche, el jersey amarillo no venía en la cuenta y yo lo agradezco, pero a decir verdad lo único de la canción era eso porque no hubo ni niño pijo, ni parque, ni... bueno, no hubo quién la cantara porque si no hay otro no hay cuernos, ¿cierto?, sólo era él cambiándome el paradigma, sólo él y el mundo haciéndose nada. Noches de fiesta por toda la ciudad, no se cansaba de bailar; creo que perdí la razón, creo que perdí la razón, amor, amor. Y ya sincerándonos, tampoco eran los Hombres G que tanto odia y hasta cara de fuchi puso cuando me emocioné al subir “¡tienes un Ford Fiesta blanco™!, ¿no hay polvos pica-pica, verdad?”
Y me voy a emborrachar de tanto beber no paro de hablar con esa pared. No había vivido ése Madrid, hace 10 años me preocupaba más la novedad de la fiesta porque la ley permitía que desde los 16 se pudiera asistir a bares, y quería calimotxo, ir de marcha, leer sobre el Ché, gritonear en manifestaciones, viajar, y tantas cosas que los hombres hubieran entorpecido mis quehaceres, así que nada, el coqueteo pa’ después. Mucha niña mona pero ninguna sola. Volví en el 2002 pero el Rockstar estaba incrustado en mi vida de estúpidamente enamorada, y bueno, a mí me podrán acusar de todo en la soltería, pero cuando me dedico al compromiso mi lema es la fidelidad hasta la castidad, así que nada, por segunda vez los españoles se me presentaron como amigos y ya. Pesando en la balanza del amor, la ciencia y la conciencia, fue tu condena un nudo de dolor, estúpida sentencia.
Y como no tengo complejos, me miro siempre en todos los espejos. Pero en el 2006 no había ni Chés, ni Rockstars, ni fidelidad ni lemas. Pasabas por allí, no sé bien qué vibró dentro de mí y sin pensar me fui detrás de ti. Por eso, antes de que mis ansias se me revelaran como maldición, lo vi y no lo pude evitar, se me cayó la baba aunque el mérito es todo suyo: desde los mensajes a la babosa que traía pegado el número 55 con la dinámica ñoña del bar, hasta el exceso de atenciones que no merezco y nos metimos en el coche: mi amigo, tu amiga, tú y yo sólo puse cara de tonta y teniéndolo para más, lo dejé ir para siempre. Y por las mañanas el sol pintaba de rayas y cuadros tu cara de pájaro, y cuando te ibas a acostar la luna pintaba de rayas tu cara de pájaro. Todo fue tan mágico que si no hubiera testigos, fotos, si no me repitieran esas palabras en el cerebro lo hubiera asimilado como una invención del inconsciente.
Aunque la realidad se empeña en ser más generosa que mi imaginación y allí están las llamadas de los días siguientes, las risas nerviosas, el musical de Mecano, sus manos y la Gran Vía, el parkin de Chueca, la canción de Sanz de banqueta y en el coche (Los dos cogidos de la mano por las calles, y regalándonos mil besos en cada rincón, te quiero así tal como eres para mí... intentaré parar la vida un instante para estar contigo si puedo, pero después, al amanecer, no nos daremos ni cuenta pero en cada beso pondremos la vida daremos el resto... el tiempo que aún nos queda, vivámoslo como si fuera eterno) y sus frases que me retumban “¿dónde estuviste todo ese año que nunca te vi?” Quién diría que el español que tiende tan naturalmente al grito resultaría tan tierno, “¿sabes lo que te quiero decir?” y ni hablar de que la guapeen a una para todo, noooo si aquello era la hostia, colega; pero lo dejé ir y lo volvería a hacer porque soy una maricona de lo peor y aquello pintaba para grande. No hubo mensaje de despedida, sólo unas flores en el suelo del salón. Y me equivoqué porque no era ni Hombres G, ni Sanz. Y con la ausencia del dolor, y aquella paz colmando la razón, ahogabas toda mi ansiedad en un inmenso lago artificial.
La maldición es recordarlo a él al escuchar Mecano. Ese día un día llegará, no será pronto ni tarde; cuando no queda cerilla ya es el dedo lo que arde. Días después, cuando le dije que iba a ver “Hoynomepuedolevantar”, al otro lado de la línea me hizo prometerle que cuando escuchara esa canción pensara en él, “un poquito, ¿vale?” Te busqué en el corazón y allí estabas tú en un rincón. Y yo reía en el balcón porque si aquello era la dedicatoria de una canción yo no tenía ni idea de cuál era. Hasta que la oí y aquel martes lloré en el Teatro Movistar de la Gran Vía, tal vez un poco menos que el jueves en el de Telmex porque hoy duele más. Y lo que opinen los demás está de más. No por él, sino porque ahora sí empiezo a padecer la resaca del sinamor, porque ya no quiero sentir sin sentir, ya me cansé de muestras gratis, de jugar de suplente, de miedos de noséqués, de no saber escoger bien, de querer flotar pero lo único que hago es hundirme... No puedo vivir sin ella, pero con ella tampoco. Creo que ya necesito algo más. Busco, busco, busco algo barato. Jesús -la cuarta jota en mis historias- es el principio del fin de una etapa y por eso es tan importante. Preparado está ya el cohete para zarpar, el control en tierra dice a Laika “adióoooooos”.
Aquella vez en Madrid salimos de la obra riéndonos hacia Cibeles; el jueves salí llorando internamente. Date la vuelta, deja abierta la puerta, ya te cansarás de tanto llorar. A pesar de que la cita a ciegas era en asientos VIP y el tipo tratara de ser buena gente (con excepción de la falta de atención a mis intervenciones “sí, es que tú como estudiaste relaciones públicas”, “no, es que estás muy chavita, yo a los 23 pensaba igual”, “sí, mi color favorito también es el verde”, “qué bueno que te gusten los payasos”… ya mejor ni le discutía, así como con Montse la masajista y sí, Ana Luisa se relaja, Ana Luisa tiene una conexión de su cuerpo con su mente y amén, pa’ qué discutir), aún cuando también iban amiguitos: parejita cómplice a mi lado y los otros tres en la azotea. Sin entrar en pormenores, yo sé hacer cosas mejores. Y a pesar de todo se me complicó el sentimiento. Tú, y sin ti yo no; tú, y sin ti ya no.
Los recordé a ellos y me enojé conmigo por no poder disfrutar al cien una obra maravillosa, a pesar de que la crítica la haya destrozado, de que traían una confusión de acentos que no quedaba claro si era Madrid o Tepito. ¡Ay, Dalai! Y la adaptación me resultaba por momentos chocante con tanto "wey" y "chido"; con el camión que casicasi traía el letrero Pachuca-Huasca en la placa. Tonto el que no entienda. A pesar de que el Mario de allá era tan parecido a mi Chus y el de aquí no (¡me hiere en el pundonor!); a pesar de que la María de allá era gitanilla y la de aquí wera-hasta-que-llueva; a pesar de que allá era una baterista-ella. A pesar de que el Colate mexicano me hizo llorar cien veces más que el madrileño, de que el grupo de las “Gelatinas” en remembranza de Flans me hizo ochenta gracias y de que no hubo tantas guarradas como en la versión madre-patria, pero por lo mismo cuesta trabajo entender el rollo histórico e incluso cultural porque hay frases que ni con el mar. Eso sí, nada como la entrevista en Siempre en Domingo, ¡aplausos!
Mecano, que hasta hace poco entendí en plan letras, aunque de peque cantaba à la cruzdenavajasporunamujer sin tener idea, como Hawaii-Bombay al captar la pacheca en el musical. Mecano, que antes de Chus era mecuestatantolvidarte y Billy Loomis partiéndome el alma porque entre el cielo y el suelo hay algo; porque no es lo mismo que ya no esté a que ya-no-esté. Mecano, con mis insistencias al pobre Rockcito de ennoviarnos hasta el 7 de septiembre; siempre he tenido la ilusión, perdón. O Mecano de mis amigas “ayquépesadaquépesada… cuánto tiempo hace falta para que borres las heridas” y mis llantitos como-el-amargo-del-pomelo-la-resaca-del-alcohol-así-me-suena-tu-canción por el Rockstar. “Y de tanto que sentía no sentí que te perdía”. Mis tres jotas de pesadilla que se suman al apachurro de corazón que me produce la maldición que ahora mi cuarta décima letra del abecedario me fue a proferir:

Con la nariz entre tus ojos, y entre un pulmón y otro pulmón, el corazón y los congojos todos en reunión. Con tus orejas en las manos, voy enseñándole a Van Gogh cómo mejora el resultado cuando lo hacen dos.
Siempre los cariñitos me han parecido una mariconez, y ahora hablo contigo en diminutivo con nombres de pastel. Y aunque intenté guardar la ropa, al mismo tiempo que nadar, me he resignado a ir en pelotas mientras dure el mar. Yo que de estas estampas me limitaba a hacer colección, me hago un llavero con el fichero con una condición: el día que tengas ojos rojos y me estornude la nariz vamos hacer lo que podamos por cenar perdiz.
Quédate en Madrid.

...Y a ver si espabilamos los que estamos vivos, y en el año que viene nos reímos.

6 comentarios:

Hectorin dijo...

So Freaky!!!

Wey ayer posteé de Mecano, intenso como soy a veces, busqué frases de cada canción "ever written" que movieran algo en mi ronco pechito.

Sorpresa al leer hoy tu post y ver frases iguales. ¡Es que son grandes caray! Claro sin historia de amor de por medio. Lupe perdón no diré aquí nada de tu historia ni de la mía, sólo diré al igual que tú: "Gracias Mecano, eres una historia y tantas historias a la vez."

P.S. Que gusto que si pudiste usar el you tube!

MaJaDeRiA dijo...

ayy que pesado, que pesado, siempre pensando en el pasado, no te lo pienses demasiado que la vida esta esperando...


Creo que no hay mucho mas que decir.

Saludos.

Anónimo dijo...

Hola

Breve historia de un posible amor... ya ni llorar es bueno. A pesar de que me toco vivirla en carne propia, soy el que dá fe a tu consciente y no a tu imaginación, sobre todo la parte de nos metimos en el coche mi amigo, tu amigo, tú y yo.

Ahora puedes pasarte a Shakira con ahi te dejo Madrid...

Saludos
Alcaffar

Tom dijo...

Como fan de Mecano solo puedo agradecer este post donde encuentro las frase favoritas de mis canciones favoritas diciendo que "Si te reencarnas en cosa, hazlo en lápiz o papel" y "Si te reencarnas en carne", "Vuelve a reencarnar en tí", no se que piensen los demás pero yo ando justo de amigas que escriben como tú.

Anónimo dijo...

Pequeña trivia ochentera (ya habías nacido??): Quien era la "protagonista" del video original de la Fuerza del Destino? A mí me sorprendió mucho.
Te mando un abrazo.

Ana Lucía dijo...

Hectorín: sólo he de decir q somos un par de intensos. E insisto, hubiera preferido estar mil veces con ustedes en la azotea que en VIP, aunque me odien y no me crean, jeje.
Q tal con los traumados?? Cero relash, q stress...

Sí, Yosolísima, soy una pesada, pero ni cómo hacerle.

Charlo guapísimo!!! Mil gracias x ser uno de mis mejores hermanos. Y por solaparme mis revens, haber atestiguado la mayor parte de las fiestas madrileñas, y constatar que el Chus sí existe.
"Y nos metimos en el coche"... Con el mexicanísimo cambio de lugares en el Teatro, qué risa.
TQMMM

Gracias Tomás!!!! Somos fans de Mecano, ni cómo hacerle...

Marce:
Es Penélope Cruz, porque creo q era alguito de Nacho Cano, o igual y ése es un chisme de mala copa que me estoy inventando, pero vende.

"Y es que tú eres lo que más quiero, y sin ti, la vida es un cero"