lunes, febrero 27, 2006

El luchador

Lucharán a dos de tres caídas, sin límite de tiempo...

No quisiera ni acordarme de cómo lo conocí. Al luchador le pusieron así mis cuates, aunque su apodo no tiene nada que ver con el deporte, de hecho viene por su apellido, mismo que comparte con uno de los luchadores más conocidos y, obvio, con su papá, un súper intelectualísimo. No quisiera ni acordarme de cómo lo conocí, pero me acuerdo y si no fuera tan cínica estaría enterrada ocho billones de metros bajo tierra de la vergüenza, a estas alturas esas cosas sólo me dan risa, y lo que es peor: a él también.
El siglo cumplía más de 700 días en vigor y yo sollozaba menos de 700 días de despecho; había salido con unos amigos a mesonear a Coyoacán y después de dos jarras de cerveza-vino era un milagro que pudiera sostenerme. Así de dolida como estaba, recibí la llamada de auxilio de la Flags “cáele, es la despedida de Fulanito y hacen falta chelas y hielos”; si ahora es difícil que me digan fiesta y la piense, en esa época era imposible, así que nos armamos y caímos. Yo literalmente lo hubiera hecho si el Luchador no se hubiera puesto en mi camino. Desde entonces medio sobrellevamos una historia con un timing desastroso: entre mis reciclajes de novio, sus andanzas por las féminas y las transferencias internacionales no damos una, pero la constante es que cada que yo ando solterilla y él anda en estas tierras nos vemos.
Ahora resulta que el tipo ya es todo un maestro en periodismo y su chamba de free lance podría ser la envidia de todo pambolero ya que lo mandan cubrir los partidos del Madrid y hace reportajillos chilango’s y el estrello. Nada mal, de hecho aumentó como ocho puntos de secsapil y es que no hay algo más sepsi que una buena conversación con alguien medianamente interesante, disculparame Dick Watson. Total que el señor aprovechó las “navidades” pa’l reven tequilero. A mí me da no sé qué saber que cada que viene me llama... por un lado sería absurdo negar la subida de ego, pero es que mi situación últimamente ha andado medio complicada y más testosterona sólo me complica los estrógenos y me distrae de encontrar el objetivo de mi vida (...que en principio sería buena idea definirlo)
En esta ocasión las cosas se pusieron más serias, antes sólo salíamos y el choro supongo que se lo guardaría para sus novias, a saber, por eso me sorprendió el verbazo y no sólo porque se dedicó a tumbar ídolos (por favor, díganme que la voz de Leono-oooo no es la de Brozo; ahora cómo le hago para vivir sabiendo que uno de mis primeros crushes en la vida tiene alguito que ver con Víctor Trujillo...) sino que también se dedicó a tumbar mi inocencia. Tal vez el problema fue que me puso en el escenario un diez que no merezco y me hizo entender que este relajito que me dio por armar no es lo que quiero; que ya estuvo bueno que por tratar de sentirme bien, namás ando regalando ilusiones aunque en mi español el decir que no quiero tener novio signifique justo eso; que esta fama infame de rompecorazones (empezando por el mío) es pura mariconería que por proteger hace más daño; que no tengo porqué protegerme, como si no tuviera los complejos suficientes para aumentarme ahora el de escudo. Lo más chistoso es que él ni se dio cuenta, tan tranquilito llegó y se fue mientras a mí sin querer me hizo entender(me), como también se volvió a cruzar en mi camino y de nuevo me detuvo cuando otra vez me estaba cayendo; la diferencia es que en esta ocasión no me va a dar cruda porque ya llevo un rato sin tomar tinto y ya no quiero que me dé miedo...

3 comentarios:

MaJaDeRiA dijo...

bueno...ya dice "mariconerias"....poquito a poquito vamos a que diga "marikadas y huevonadas" con confianza.

Anónimo dijo...

cuando lei la parte donde dices que no quieres tener novio me recordo a una situacion donde me dijo lo mismo cierta persona a la cual me enamore como nunca.. je! en fin ni modo :)

saludos

Ana Lucía dijo...

Buena frase Pp, grazie!!!

Sí, creo q es exigencia conmigo sobre todo... buaaaaaaa!!!

Marika!!! No se acuerda que le dije huevona hace poquito y hasta aplaudió, si eso es lo que oficialmente yo llamo una verdadera colombianización, jeje

Fernando: lo siento, jeje, como canción: "sé cómo duele"